El total de ese banquillo ascendió a los 294 millones de euros. Fue lo que pagó el Barcelona por todos esos jugadores. Cillessen costó 13 millones, Coutinho ascendió a los 155, Malcom llegó a cambio de 41, por Lenglet se pagaron 35, por Arthur 31 y Arturo Vidal costó 19.
Sólo Rafinha fue 'gratis', al ser un jugador formado en la cantera azulgrana. Los otros seis, fichajes de prestigio o necesidad contratados en los últimos años por el Barcelona.
Podría ser un despilfarro, si sobre el césped no estuvieran Suárez, Dembélé, Rakitic, Ter Stegen, Umtiti, Jordi Alba y Nelson Semedo, jugadores por los que el Barcelona también se ha gastado un buen dinero. Incluso Piqué, canterano repescado por cinco 'kilos', podría entrar en ese grupo.