Por suerte para el fútbol, no gana el que más dinero invierte. Obviamente, lo facilita bastante. Pero el balón siempre tiene la última palabra ante el dinero. Y el Barcelona viene sufriendo esa particular dictadura en esta década.
Cierto es que los 300 millones invertidos este año entre Dembélé y Coutinho suponen cerca de la mitad, aunque también como respuesta a los 222 que dejó la fuga de Neymar al PSG.
Ya son tres temporadas consecutivas las que suma el Barcelona cayendo en los cuartos de final. Un fuerte contraste teniendo en cuenta que en 2009 y 2011 sumó dos títulos y llegó a concatenar seis semifinales.
En Berlín, ante la Juventus, el equipo azulgrana sumó su última Champions, la temporada 14-15. Desde ahí, ha temblado el pulso en las rondas finales.
Aciertos y errores
De poco han valido los esfuerzos por los refuerzos que han ido llegando. Más de 80 millones por Suárez, 40 en Paulinho o los 35 que costaron tanto André Gomes, como Arda Turan y Cesc Fábregas son algunas de essas fuertes inversiones.
El que menos, Denis Suárez, por el que hubo que pagar poco más de tres millones para ejecutar su cláusula de repesca. Algunas operaciones parecen bien amortizadas, como los 18 millones por Rakitic, los 14 de Jordi Alba o los 12 por Ter Stegen.
En cambio, la relación rendimiento-precio no salió muy bien parada con los Mathieu (20), Deulofeu (12) o Douglas (5,5).
Por lo menos, esos casi 750 'kilos' sí le han valido para hacerse dominador en el campeonato español. De las últimas diez ligas, contando que la actual la tiene prácticamente en el bote, habrá ganado siete.
En cuanto a la Copa, nadie ha ganado más, fruto de las cinco que ha levantado en las últimas nueve ediciones. De ellas, las tres últimas seguidas.