Con un tridente con Salah, Firmino y Mané y un potencial ofensivo como el Liverpool, el Atlético de Madrid se hizo de piedra para mantener el tipo durante 90 minutos y hacer pequeño al que muchos ven como el mejor club de Europa.
Una vez que el cuadro rojiblanco hizo lo más difícil, el conjunto de Simeone se defendió con uñas y dientes y ahogó al equipo británico, que ni siquiera pudo tirar a portería en todo el partido.
Algo que solo ha pasado, con esta, en dos ocasiones desde que Jürgen Klopp se puso a los mandos del proyecto 'red'. Fue en la fase de grupos de la Champions de 2018, frente al Nápoles.
Curiosamente, aunque esta circunstancia se dio la temporada pasada, el club italiano ha sido el otro afortunado que ha podido tumbar al gigante inglés en esta campaña.
Un 1-0 y unas sensaciones que pueden dejar al líder destacado de la Premier en una situación incómoda incluso en su sofá preferido llamado Anfield.
18 de febrero de 2020