Pablo Clavería fue el pico de un glaciar que se derritió en Vallecas. El madrileño se convirtió en la cabeza de turco de la derrota del Fuenlabrada ante el Rayo Vallecano, ya que le dio la oportunidad a los locales de anotar el único tanto del partido en el primer error de los 'kirikos'.
Los pupilos de José Ramón Sandoval saltaron al terreno de juego muy ordenados, sin ceder el más mínimo espacio atrás y peleando los balones divididos y las segundas jugadas como si fueran las últimas de sus vidas. Casi todas estas acciones tuvieron un color azul.
Los rayistas estuvieron demasiados incómodos durante el transcurso del encuentro: Óscar Trejo estuvo ausente entre líneas, Yacine Qasmi fue incapaz de aguantar el cuero de espaldas a la portería... incluso Santi Comesaña, que suele tener la sangre de hielo, se precipitó en la ejecución del último pase.
Todo ello se tradujo en un encuentro descafeinado, con mucho ritmo, eso sí, pero con muy pocas ocasiones de gol. Solo los despistes provocaron que los pocos aficionados que pudieron contemplar el duelo en directo, desde las ventanas de sus casas en el barrio madrileño de Vallecas, disfrutasen de alguna ocasión de gol.
De hecho, solo una vieron durante los primeros 45 minutos de juego. Pathé Ciss vio adelantado a Dimitrievski y probó fortuna desde su propio campo; el balón estuvo a punto de colarse por la escuadra, pero el guardameta macedonio logró retroceder a tiempo y despejó en cuero por encima del travesaño.
La tónica del primer acto siguió su curso en la segunda mitad: juego brusco, muchas interrupciones y un Hugo Fraile que le dió más de un dolor de cabeza a González Esteban, ya que no dejó de protestarle en ninguna de las acciones en las que el onubense estuvo presente.
Sin error no hubo gol
Pasada la hora de juego, Pablo Clavería cometió un absurdo e innecesario penalti sobre Óscar Trejo y le hizo los deberes a un Rayo Vallecano que apenas los mereció. Mario Suárez, con audacia, ejecutó la pena máxima e inauguró el marcador.
Sandoval dio entrada a Randy Nteka y Emanuel Aderson, pero a los cuatro delanteros con los que terminó el Fuenla no le llegó ni una sola bola. José Rodríguez pudo empatar a diez minutos para la conclusión, pero su volea desde la frontal se fue desviada por poco. Aunque también Pol Freixanet evitó en un latigazo de De Frutos la sentencia de los locales...
Ya en los últimos compases del choque, las fuerzas comenzaron a faltar en el bando visitante y los rayistas tuvieron un puñado de oportunidades para hacer el segundo. Al final, el Rayo ganó por la mínima, pero se llevó de igual modo los tres puntos, que le sirve para empatar al Elche en la séptima posición de LaLiga SmartBank.