Claude Puel vuelve a su estadio, un entorno hostil para él. Su Saint-Étienne está siendo uno de los protagonistas negativos del inicio de temporada en la Ligue 1 porque continúa en el último puesto de la tabla, ya a cinco puntos del inicio de los puestos de permanencia y no da con la tecla para encontrar solución a esta mala racha.
La afición ya le avisó hace dos jornadas, cuando, en la previa del choque con el Angers, colocó una pancarta cerca del Stade Geoffrey-Guichard que rezaba: "Te damos 24 horas para dimitir". No dimitió y tampoco le cesó su directiva. Cosechó un empate que repitió a la siguiente semana y que, ahora, no parece que vaya a ser suficiente para mantener su empleo si lo reedita ante el Clermont.
Él, en la rueda de prensa previa al duelo, se mostró con confianza: "El apoyo no es infrecuente. Vienen de mis compañeros y de muchos 'stéphanois' que conozco. Hay que saber separar las cosas. Ha sido una tarea difícil desde mi llegada. Se han desarrollado una frustración y un miedo legítimo que se materializan en los líderes de los ultras. Lo importante para mí es ver a mis jugadores listos para la batalla, para asumir este inmenso desafío".
November 5, 2021
Mientras él pelea por convertir esa convicción en éxitos, su casillero sigue sin acoger victorias. Seis empates, seis derrotas y seis puntos son los registros, de momento, de un Saint-Étienne que podría cambiar de entrenador pronto... a no ser que Claude Puel salve su 'match ball' y satisfaga a la afición.