Cómo hacer de lo trágico una superación: Balotelli vs. Ribéry

Mario Balotelli nació el 12 de agosto de 1990; Franck Ribéry, el 7 de abril de 1983. Son dos futbolistas más que reconocidos que tuvieron que hacer frente a los obstáculos que les deparó la vida cuando solo eran niños.
El italiano sufrió una enfermedad intestinal con solo dos años. Recibió la ayuda de los servicios sociales porque sus padres no podían propocionarle la medicación que necesitaba y acabó siendo adoptado por un matrimonio italiano, según ordenó el Tribunal de Brescia.
Con 15 años debutó como profesional con el Padova, de la Tercera División de Italia. Dos temporadas después ya vestía los colores de todo un Inter de Milán. Su carrera ha sido una montaña rusa, pero ha logrado labrarse un nombre en el fútbol europeo. Manchester City, Milan, Liverpool, Niza, Olympique de Marsella y Brescia, sus otros equipos.
Durante toda su carrera ha tenido que hacer frente a comportamientos racistas. Al ser seleccionado con la Sub 21 de Italia, el delantero ya comenzó a recibir las primeras críticas de aficionados que no entendían cómo un futbolista con padres ghaneses podía vestir los colores del combinado nacional.
Algo que se repitió en varias ocasiones. También con el Inter, cuando en 2009 vivió un ambiente similar durante un duelo ante la Juve. "Parecían orgullosos y felices de cantar esas cosas", declaró el protagonista por entonces en 'La Gazzetta dello Sport'.
"No aceptaré el racismo en absoluto. Es inaceptable. Si alguien me arroja una banana en la calle, iré a la cárcel porque lo mataré", agregó Balotelli en 2012 tras volver a ser víctima de insultos racistas en un partido internacional ante Polonia de cara a la Eurocopa. Algo con lo que siempre ha peleado el atacante y de lo que ha hecho un motivo más para que, algunos, admiren su carácter.
A Ribéry, siendo solo un niño, le llamaban Quasimodo en el convento en el que se vio obligado a vivir. Un accidente de coche le dejó sus cicatrices -de más de cien puntos- con solo dos años.
Acabó siendo expulsado del convento por mal comportamiento, pero eso no fue un obstáculo para él, sino una motivación. Trabajó incluso como albañil para poder seguir ahorrando dinero. Y el fútbol fue un salvavidas para él.
Se inició en el mundo en las filas del Union Sportive de Boulogne, equipo de barrio. Alès, Brest y Metz fueron sus siguientes destinos antes de desembarcar en el Galatasaray. De ahí al Marsella, donde de verdad logró explotar, llamando la atención del Bayern de Múnich.
El futbolista francés tiene claro que Wahiba, su mujer, ha jugado un papel vital en su vida. Por ella se convirtió a la religión musulmana. Ribéry se llama Bilal Yusuf Mohammed para el Islam. Él mismo contó que su chica le había perdonado una infidelidad que acaparó portadas.
De todo eso salió hasta llegar a la Fiorentina con 36 años después de 13 años en Múnich. Con el conjunto 'viola' se enfrentará ahora a Balotelli. Ambos poseen un pasado difícil... pero un presente envidiable.