Cómo no creer con el 'Comandante' Morales en tus filas. El Levante volvió a la rutina de la mejor de las maneras, derrotando por 2-0 a un Villarreal que no se guardó ni un resquicio de su calidad para la cita de Champions League contra el Bayern de Múnich. Unai Emery sacó a su once titular y los 'granotas' lo superaron.
El primer gol lo anotó Morales en el minuto 69, cuando la igualdad, como en la mayoría del enfrentamiento, primaba. El '11' recibió un balón que le sirvió Roger de tacón tras hacerse hueco entre dos defensas y definió bien, raso, al primer palo de Gerónimo Rulli. El cancerbero no pudo hacer mucho para evitar el tanto, si bien pudo cubrir más su poste. Miraba de reojo el otro.
El capitán coronó su actuación en el tiempo añadido. En la contra de un saque de esquina, aprovechando un pésimo despeje de Estupiñán, que mandó la bola hacia su campo en lugar de al ajeno, se quedó solo ante Rulli, le regateó con un gran amago y anotó a puerta vacía. Esta vez, sí que pudo hacer más el guardameta.
La victoria de los de Alessio Lisci es el premio a una propuesta de juego valiente que pudo haber salido mal perfectamente. Aunque, en los compases iniciales, a los amarillos les costaba mucho sentirse cómodos por la presión alta rival, esta fue remitiendo conforme el cansancio atenazó las piernas de los levantinistas.
Los espacios que se abrieron en el campo del Villarreal y las calidades de su plantilla, en la que Gerard Moreno y Yéremy Pino se erigieron en líderes en ataque, hicieron el resto para que el contexto, durante prácticamente todo el partido, fuera de igualdad. Igualdad y, sin ocasiones descaradamente claras, llegadas de peligro a cada rato.
De hecho, las más claras eran de los de Unai Emery y Cárdenas tuvo que aparecer para salvar. Su mejor intervención, en un disparo a la media vuelta de Yémery en un saque de esquina. El balón se coló entre varios zagueros y el guardameta estuvo atentísimo para sacar las dos manos y alejar el esférico.
En la caja de Gerónimo Rulli, quizás el cancerbero no hubo de intervenir tanto. Pau Torres y Raúl Albiol evitaron que la insistencia del Levante se trocara en más disparos a puerta y de esta base nació esa sensación de que, si alguien estaba rozando más el gol, era el Villarreal. Pero, al final, apareció el 'Comandante' para decidir y sentenciar.
Tras su primer gol, los 'granotas' dieron un lógico, evidente y exitoso paso atrás para cerrarse ante las acometidas del 'submarino amarillo', que peleó la media hora final en búsqueda de un punto. Y así, resistiendo después de un cara a cara igualado del que salieron como vendores, los de Lisci cosecharon los tres puntos.
Con los números por delante, aún no hay nada hecho, pues el equipo ostenta 22 puntos y la salvación está los 27 del Cádiz, pero la victoria supone un chute de moral importante. El Levante ha demostrado y se ha demostrado a sí mismo que puede ganar a un Villarreal que no se privó de usar a sus 'cracks'. La permanencia es posible.
En el seno de La Cerámica, la sensación no es nada positiva. Emery decidió no dar descanso a sus figuras más importantes de cara al choque de Champions contra el Bayern, que es dentro de cuatro días, y no le salió bien. Aunque es un sentir que tan solo surge a posteriori, quizá lo mejor hubiera sido reservarles de todos modos.