Cuando Cutrone nació, Inzaghi ya había ganado un 'Scudetto' y era uno de los mejores futbolistas del país. Por entonces militaba en la Juventus, aunque fue en San Siro donde se hizo leyenda.
A primera vista no tienen demasiado que ver. Inzaghi, desgarbado, delgado, aparentemente descoordinado, siempre luciendo esa media melena; Cutrone mide dos centímetros más (1,83), es más fuerte, tiene ese aire de guaperas 'millennial'. Sí comparten el rasgo distintivo de los depredadores de área: el gol les late en la sangre.
Ante el Parma, Cutrone anotó un gol clave. Convirtió en oro un balón que volaba por las nubes. Su volea puso el 1-1 y permitió al equipo 'rossonero' poner la primera piedra de la remontada.
Este gol, el séptimo en lo que va de campaña, evidencia de forma precisa el tipo de jugador que es Cutrone, un delantero que conoce bien las dimensiones del área, un cazagoles como lo confirma el siguiente dato: todos los tantos que ha hecho esta campaña los ha logrado a un toque.
Ante la Roma, recibió de Higuaín un pase filtrado y la puso rasa pegada al palo; frente al Olympiacos, al que hizo dos, anotó uno de cabeza y otro remachando a gol en el segundo palo; contra el Betis, otro tanto rematando un balón suelto en el área chica; ante la Sampdoria, gol de cabeza en el segundo palo; ante el Dudelange, sin tocarla, se revolvió y definió de zurda; y ante el Parma, la mencionada volea.
Todos estos goles los hizo sin necesidad de un toque previo. Inzaghi sumó más de 300 dianas en su carrera y la gran mayoría en el área y a un toque. Sabía colocarse, dónde recibirla, cómo embocarla. No era el mejor, ni el más potente o el más habilidoso, pero sí de los más listos. Cutrone va por este camino.
2 de diciembre de 2018
Hasta Gattuso, que fue compañero de Inzaghi y ahora es técnico de Cutrone, los ha comparado. "Admiro a Cutrone, lo tiene todo para ser un importante delantero", dijo 'Pippo' antes del partido que enfrentaba a Milan y Bologna, el equipo al que dirige.
De hecho, Inzaghi fue entrenador en la cantera del Milan y tuvo a Cutrone a sus órdenes. "Yo no haría estas comparaciones, cuando llegué a Milán nadie me comparó con Van Basten o Weah", resaltó el ex futbolista. Cutrone tampoco hace caso a los símiles, pero sus goles se empeñan en hacer lo contrario.