Pocos años se vio a un Atlético tan capaz y con tantos recursos como este. 2018 puede ser el año de la corona europea, ya que el equipo de Simeone afronta esta Champions como algo especial por disputarse la final en el Wanda, pero la Liga también es un objetivo.
Y lo es, por que, aunque hace seis o siete años tacharían de loco a quien dijera que la hegemonía de Madrid y Barça podría romperse, el Atlético fue quien lo logró, conquistando el trono español ante los dos gigantes e históricos del fútbol del país.
Aquello ocurrió en 2014. Queda algo lejos, poco más de cuatro años han pasado, pero el recuerdo sigue en la memoria de todos los 'colchoneros', que sufrieron un final de temporada agónico en el que tropezaron ante Málaga y Levante en partidos en los que pudieron sentenciar el torneo, dejándolo todo para una final en el Camp Nou.
La última jornada se decidió con un gol de Godín, uno de los tantos más importantes de la historia del Atlético. El partido también es recordado por el gol anulado a Messi y la celebración rojiblanca. Fue un día histórico y en la mente del Atlético está volver a repetirlo.
Y es que, pese a los cuatro años que han pasado, este equipo no es sino una versión mejorada de aquel. Este curso goza de la plantilla más completa de toda la 'era Simeone', cuenta con la presencia de Griezmann, todo un candidato al Balón de Oro, y guarda alicientes para aburrir.
Cerezo ya ha avisado: "Esta temporada tiene que ser mejor que la anterior". Koke, uno de los protagonistas de la Supercopa, también: "Ahora pensamos en ganar el lunes". La filosofía del 'partido a partido' sigue muy presente... y si en 2014 dio sus frutos, el resultado puede repetirse en 2018.