Apenas diez minutos después del 0-1, obra de Joao Félix, llegó el segundo. Fue precisamente el joven portugués quien inició la jugada, con una buena conducción por la banda izquierda.
Levantó la cabeza y vio la internada de Diego Costa por la otra banda. Y con un cambio de juego con el exterior de la bota, el luso se la dio al hispanobrasileño, en el corazón del área.
Diego Costa controló, y, con todo a favor para rematar y batir a Guilherme, decidió asistir a un Thomas que entraba al área junto a Morata. El ghanés quebró hacia el interior, se libró de marca y recibió el pase de costa para empujar el balón al fondo de las redes, haciendo de ese modo el 0-2 que dio la tranquilidad pretendida al Atlético de Madrid.