"Todo es especial y muy emotivo ahora. Cuando entramos en la cancha para entrenarnos, ver a toda esa gente realmente me impactó. Corrimos cinco minutos y estuve a punto de llorar más de una vez. Me aguanté porque el momento era de alegría, de esperanza, pero no siempre puedo contenerme", expresó en 'La Nación'.
Martinuccio es uno de los más expertos en este nuevo Chapecoense: "No eludo esto de ser referente, es natural. Por un lado me gusta, ponen toda la confianza en mí. Intentaré demostrarles a los jugadores que están llegando cuál fue el camino que nos llevó hasta donde nos llevó el año pasado, a puro respeto y humildad".
El volante sabe que tendrá que será una temporada muy dura. "Lógico que voy a tener que ser muy fuerte, por haber perdido a tantos amigos y tener que volver a los mismos lugares en los que fui feliz y sufrí más de una vez con ellos. Los recuerdos son pesados", manifestó.