El Juve-Inter, al fin, se jugó. Aplazamientos, rumores de nuevas fechas, miedos a una posible suspensión, puertas cerradas en el Allianz Stadium... El partido 1.000 de Cristiano fue el más largo de su vida, pero se acabó disputando.
El '7' no abrió el marcador, pero tuvo su peso en el gol de Aaron Ramsey. Matuidi dejó una buena internada en el área por la izquierda y puso un centro raso a la 'olla'. Allí, Cristiano Ronaldo intentó hacerse con la bola, pero solo pudo tocarla sin llegar a controlarla.
Entonces, apareció Ramsey para coger el rechace y batir a Handanovic entre las piernas de un par de defensas del Inter. Pero el remate del galés se pudo dar por un saltito que dio CR7 justo antes para apartarse de un esférico que buscaba como loco.
Esa 'doble asistencia' puso el sello del delantero de la Juventus en su partido número 1.000, aunque esta vez los focos se los llevó un Ramsey al que le siguen atribuyendo su célebre maldición cada vez que marca. ¿Escribirá un nuevo caso de la misma?