Por esto fichó el Mirandés a Cristo González. No hay más. Marcó dos goles en dos minutos, pero pudo haber firmado cinco en el Cartagonova. En algunas ocasiones su falta de acierto, en otras jugada falló su posición e incluso la mala fortuna también evitó que el tinerfeño celebrase el tercero.
El prometedor delantero, además, le amargó el debut a Luis Carrión en el banquillo del Cartagena. Se fue Borja Jiménez, Pepe Aguilar regresó al filial y el técnico barcelonés se estrenó con la que supuso la duodécima derrota del equipo en la presente temporada.
Los de José Alberto López, en cambio, afrontaban la cita después de haber perdido sus tres últimos enfrentamientos y comenzaron a dominar el choque de este lunes desde el primer momento. Y nada de posesiones estériles como ocurrió en pasados encuentros: peligro, ocasiones y, sobre todo, goles.
Pablo Martínez avisó con un disparo al travesaño a los cinco minutos de juego y Cristo González, solo cuatro minutos después, obligó a Marc Martínez a emplearse a fondo para evitar su gol. Tanto que terminó consiguiendo poco después merced al error de José Ángel Jurado.
El sevillano cometió una infracción dentro del área tan clara como evitable y Cristo González, desde los once metros, la clavó en la escuadra con el empeine. Imposible para el guardameta del Cartagena, que ni siquiera adivinó su intención.
Sacaron del centro los locales, pero Djouahra, que fue el que forzó el penalti, robó el cuero en la zona de tres cuartos y se lo cedió al delantero tinerfeño, que recortó en dos ocasiones dentro del área para firmar su particular doblete y poner tierra de por medio en el electrónico.
Incluso pudo llegar el tercero antes del descanso, pero el colegiado anuló el tanto de Berrocal tras una falta de Cristo González a la hora de realizar un bloqueo, que siguen estando prohibidos en el fútbol. Los albinegros no se habían pronunciado en ataque.
Y siguieron sin hacerlo hasta la conclusión del encuentro. Solo una oportunidad tuvo el Cartagena para recortar distancias: Álex Gallar mandó a la red un centro lateral de Elady, que había partido en fuera de juego y, por tanto, el tanto no subió al electrónico.
El Mirandés supo gestionar con mucha inteligencia su ventaja durante la segunda mitad y ni siquiera necesitó hacer gala de su capacidad de sufrimiento para llevarse los tres puntos hacia Miranda de Ebro. Los rojillos, con diez puntos de renta sobre la zona de descenso.