El día que mayor importancia tenían los goles, a uno de los equipos más anotadores que se recuerdan por Ámsterdam se le olvidó cómo era eso de meterla. El Ajax quedó eliminado de la Champions League tras un partido en el que dominó de cabo a rabo, pero no fue capaz de ver puerta.
Desde el primer momento, cada equipo asumió su rol a la perfección. El conjunto de Ten Hag era plenamente consciente de que debía llevar la batuta del juego y así lo asumió. Desde los primeros instantes, la posesión fue suya.
Es más, los locales llegaron a marcar gracias a una asistencia de Tadic y posterior disparo de Haller, aunque la jugada fue invalidada por Del Cerro Grande, al estar el serbio en fuera de juego cuando recibió la bola.
Las ocasiones llegaban casi en monólogo por parte de los locales. Edson Álvarez la tuvo en dos ocasiones de cabeza, aunque la dirección de ambas terminó fuera de los tres palos.
La insistencia del Ajax era absoluta, mientras que los portugueses se dedicaban a hacer su partido, bien replegados atrás y buscando balones en largo que cazara Darwin Núñez para oxigenar la salida del equipo.
Gravenberch, que fue un verdadero incordio partiendo desde la izquierda, hizo lucirse a Vlachodimos en el 36'. Su disparo, muy violento, obligó al guardameta visitante a tocar el balón con la yema de los dedos para enviarlo a saque de esquina.
Esta fue la más clara hasta llegar a un descanso que dejaba sensaciones dispares, aunque un resultado común: el 0-0. Cualquier cosa podía pasar pues, todo hay que decirlo, los lusos tampoco sufrieron sobremanera.
El paso por vestuarios varió poco la tónica dominante. El Ajax continuó amasando el esférico, moviéndolo de un lado a otro e intentando llegar de vez en cuando con alguna que otra tímida ocasión, como con el zurdazo de Haller en el 49'.
La última clara para el equipo de Países Bajos antes de que hiciese acto de presencia el huracán charrúa fue una de Antony. El cabezazo del brasileño, tras un preciso centro de Blind, salió cerca de la escuadra.
Dominar está bien, pero meter gol es otro rollo
Las ocasiones eran eminentemente locales, al igual que el control. Sin embargo, ya se sabe que quien perdona, lo suele acabar pagando. Así fue. El verdugo no fue otro que un Darwin Núñez, convertido en una boya solitaria metida en medio de la zaga local.
Grimaldo puso un centro medido al corazón del área, Onana cometió un error garrafal en la salida y esto lo aprovechó el ex del Almería para, de cabeza, establecer el 0-1 en el marcador.
A partir de aquí, las 'águilas' supieron jugar el 'otro fútbol'. Ese que desespera a los rivales (no en vano, Blind y Gravenberch fueron amonestados por protestar) y anula su capacidad de pensar con frialdad. Ni siquiera los siete minutos de tiempo añadido sirvieron para que se escuchara un último "uy" en las gradas del Johan Cruyff Arena.
El Benfica se une a Real Madrid, Liverpool, Bayern de Múnich, Manchester City y el recién clasificado Atlético de Madrid en la lista de los ocho mejores de Europa. Por su parte, el Ajax, que arrasó en fase de grupos, cae eliminado a las primeras de cambio.