El Alavés sigue en la cima de la clasificación gracias a Salva Sevilla y al VAR. Cuando el partido se moría, apareció el VAR para avisar al colegiado sobre una mano en el área del Real Oviedo. El encuentro no fue del todo entretenido, ya que las acciones a balón parado fueron la que predominaron durante los 90 minutos.
Los locales llegaban a esta jornada con la necesidad de volver a sumar de a tres para no perderle la pisada a Las Palmas, que horas antes había logrado la victoria. Y a pesar de haber comenzado mal, se adelantaron en el marcador antes de llegar al ecuador de la primera parte.
En el comienzo, los de Álvaro Cervera le hicieron frente a los de Luis García mediante balones aéreos. Sergi Enrich y Borja Bastón complicaron en todo momento por arriba a la defensa 'babazorra'.
Pero el que sacó provecho desde esa vía en primera instancia fue el equipo local. Desde el costado derecho mandó un centro al área pequeña Rubén Duarte para que le quede en sus botas el gol a Guridi.
Una mano salvadora de Nadal evitó la caída de su valla, pero ahí estaba Abdelkabir Abqar para recoger el rebote y mandarlo al fondo de las mallas. 1-0 en 16 minutos para el Alavés, que sin merecerlo ya iba arriba en el marcador.
Los azulones, que venían de ganarle al Málaga la pasada jornada, intentaban llegar rápido al empate, pero Antonio Sivera se mostró muy seguro y la defensa de su equipo lo comenzó a notar.
El local intentó bajarle el ritmo al partido y con el 1-0 ambos equipos se iban al descanso.
Abar, en el comienzo de los últimos 45 minutos, llegó a su doblete a acción parada, pero el VAR le anuló el gol por dos centímetros. El defensor estaba apenas adelantado y el 2-0 no subía al marcador.
El tiempo pasaba, el local comenzaba a jugar con el resultado a su favor y la visita se empezó a desesperar y lanzaba centros por ambos costados con la intención de llegar al empate.
Y así fue. Los de Cervera colgaron una falta lateral al área que tras un rebote le cayó a Borja Bastón. El delantero no dudó. Controló el balón con su pecho, giró y mandó el esférico a la escuadra izquierda de Sivera para igualar el encuentro en el 71'.
Mediante los balones aéreos, los equipos habían llegado al gol y el tanto de la victoria tuvo que esperar hasta el tiempo agregado.
Ninguno había intento hilvanar una acción desde el fondo. Todo era centro lateral, o acciones a balón parado. Pobre los aficionados que habían asistido al Mendizorroza.
Cuando el partido se moría y ninguno había intentado algo distinto, el VAR llamó al colegiado.
El luminoso marcaba el minuto 93. Envío desde la derecha que iba a caer en el área del Real Oviedo, y cuando Abel había rematado a portería, el balón se desvió en la mano de un jugador azulón y el VAR avisaba de un posible penalti.
Pasaron varios minutos sin saber qué ocurría. Primero había que constatar que era mano, después la posición legal de Abel, pero finalmente estaba todo correcto. Desde las imágenes que mostraron la transmisión no se pudo ver si el esférico le había dado con intención o si antes le había dado en el cuerpo del defensa y posteriormente en su mano, pero poco le importó a Salva Sevilla.
Sin dudarlo, tomó el balón y lo pateó al medio. El portero fue a su palo izquierdo y el Alavés logró sobre la bocina el gol de la victoria, que le sirve para volver a la cima de la clasificación.