Glorioso sufrimiento
![El Alavés venció al Valencia. EFE](https://cdn.resfu.com/media/img_news/los-jugadores-del-alaves-celebrando-el-1-0-ante-el-valencia--2---efe.jpg?size=1000x&lossy=1)
Si buscan un ejemplo de espectáculo y emoción desde el minuto de partido, un claro ejemplo fue este Alavés-Valencia. El comienzo no pudo ser más loco y frenético: penalti en el minuto 1, dos atajadas del portero y gol en propia puerta. Pero vayamos por partes.
Como he dicho, el choque arrancó con una pena máxima a favor de los locales antes de que el cronómetro alcanzase el minuto 1. Dejada comprometida de Özkacar atrás. No se entendieron Diakhaby y Mamardashvili y el meta acaba dando una patada a Luis Rioja, que cayó en el área y el colegiado decretó la pena máxima.
Kike García fue el encargado de asumir la responsabilidad. Le pegó rasó y fuerte por la izquierda, pero Mamardashvili le adivinó la intención Sin embargo, González Fuertes fue avisado por el pinganillo de que un futbolista 'che' invadió el área y el penalti tuvo que repetirse. Mismos protagonistas y misma suerte, ya que aunque Kike García cambió el lado y la altura, el georgiano volvió a detener la pena máxima al ex osasunista.
Pero el fútbol, al igual que la vida, siempre da segundas oportunidades. Ni un minuto había pasado cuando el Alavés al fin consiguió su premio. Duarte cabalgó por la banda izquierda ante la debilidad de la zaga valencianista. Este metió un centro al área y Kike García, errático desde los 11 metros, molestó lo justo a Ökacar para que este metiese el pie e introdujese el esférico al fondo de su propia portería para poner el 1-0.
Poco a poco, el Valencia fue entrando en el partido, pero sus llegadas apenas inquietaron a un Sivera que se mostró muy seguro. Antes de llegar al descanso, Kike García tuvo en sus botas el segundo, pero la madera le birló la oportunidad.
Ya en la segunda mitad, el conjunto 'che' dio un paso adelante y fue el dominador en los compases iniciales del segundo acto. Fue ahí donde tuvo que aparecer de nuevo el portero 'babazorro', que dejó la parada del partido y evitó el empate en las botas de Diego López. Controló a las mil maravillas y buscó el palo largo del meta. El arquero local se estiró y metió una mano abajo fundamental para evitar el gol.
Superada la hora de partido, el conjunto dirigido por Baraja dio, de nuevo, un paso atrás y fue el Alavés el que tuvo la oportunidad de aumentar su ventaja. Sin embargo, la falta de puntería se hizo notar y los de Luis García perdonaron varias ocasiones de gol.
El Valencia quiso morir con las botas puestas, pero la realidad es que sus posibilidades de perforar la portería de Sivera fueron bastante nulas. El choque entró en los minutos de añadido y el Alavés, con el pitido final, pudo saborear unos 3 puntos que se ganaron a base de trabajo, esfuerzo y capacidad de sufrimiento.