Aitana Bonfinal

El fútbol femenino español sigue tirando puertas. Después de conquistar el Mundial y de sumar a sus vitrinas la Nations League, el siguiente objetivo es la Eurocopa. El título europeo está en la cabeza de las jugadoras de Montse Tomé y el próximo domingo tendrán la oportunidad de pelearlo en una batalla sin cuartel ante Inglaterra.
La encargada de poner la rúbrica ante Alemania, una ocho veces campeona de Europa, fue Aitana Bonmatí, la mejor jugadora del mundo sin ninguna discusión. Un solo movimiento para dejar pasar el balón por debajo de las piernas, una sola mirada hacia el área chica y un engaño absoluto a la portera para sellar un pasaporte histórico. A esta historia solo le falta el cierre deseado, un buen final ('bon final' en catalán) con el que sueña toda España.
La Selección Española salió como es habitual en cada partido. Con la pelota en su poder y analizando si su rival dejaba algún hueco por el que poder hacer daño. Alemania fue capaz de contener el juego de las de Montse Tomé con una línea de cinco y otra línea de cuatro que no cedió ni un ápice.
Hoffman era la única que estaba viéndolas venir arriba y Bühl llevó el peligro al área de Cata Coll en más de una ocasión. La más clara fue a los 8 minutos, en un pelotazo en largo de Berger que nadie de la defensa rechazó. La jugadora del Bayern se plantó ante la guardameta y su remate se marchó muy desviado. Un alivio y una oportunidad a su vez para 'la Roja'.
Conforme pasaron los minutos, España intentó tener algo más de fluidez con balón y lo acabó consiguiendo pese a la resistencia germana. El plan de Christian Wück empezó a resquebrajarse a raíz de un error en la zaga que casi le costó el gol en contra. Esther González armó la pierna y Berger le dijo "no" a su compañera de club.
A partir de ese momento, el combinado nacional se mostró más suelto y el centro del campo se adueñó de la pelota y también del encuentro. Las locales ya no estaban tan finas como antes y en los últimos minutos empezaron a sufrir. Irene Paredes congeló los corazones alemanes con un testarazo que escupió la madera. Mariona probó a una Berger que se empleó a fondo en un arreón final. Ni gol de Esther ni gol de Claudia Pina.
Tras la reanudación, 'la Roja' fue fiel a su idea y estuvo más metida en campo contrario. Alemania se limitó únicamente a aprovechar algún que otro contragolpe, algo que casi acabó por completo con España en los instantes finales. Pero antes de llegar a esa parte, a la de los últimos minutos de los 90 reglamentarios, la armada de Montse Tomé acechó continuamente el área de Berger.
Ona Batlle y Aitana lanzaron sendos avisos con dos acercamientos muy peligrosos. Ambas evidenciaron que el combinado teutón ya no era tan atrevido como en el primer acto. Había más espacios y el partido pedía a gritos la entrada de Athenea del Castillo. La jugadora del Madrid era la única que tenía la capacidad para aportar esa dosis de desborde que podía decantar la balanza del lado de su selección. La atacante mostró algunas de sus virtudes y también sus defectos a la hora de encarar. Lo más reseñable fue un balón medido al corazón del área que Salma Paralluelo no llegó a rematar por un pelo.
El peligro de España era continuo, pero no suficiente para esquivar la prórroga. Un tiempo suplementario que a punto estuvieron de evitar Bühl y Wamser. La primera, un incordio el día de hoy, se quedó a centímetros en un libre directo y en la última se topó con una mano salvadora de Cata Coll. Santa Catalina se posicionó en la misma línea, metió la manopla y se colocó lo suficientemente rápido como para taponar el chut de Wamser. Aparición milagrosa y otros 30 minutos más de fútbol.
Parecía que ninguna selección quería romper el resultado gafas porque los primeros 15' no dieron mucho de sí. Parecía que todo se tenía que resolver en el segundo tiempo y a muy malas en los penaltis, pero en el acto final se resolvió todo. Aquel en el que floreció Aitana Bonmatí. Las grandes estrellas brillan con mucha luz en ciertos momentos y el suyo fue en el 113'. El tiempo se paró por completo y tanto los espectadores en el campo como en casa vieron una escena que quedará por siempre en la retina de sus ojos. Athenea buscó a su compañera y la azulgrana, que ideó la jugada en la cabeza, la llevó a la realidad con cuestión de segundos. Un túnel por debajo de sus piernas, una aparición en el área y un disparo por sorpresa directo a portería para finiquitar la semifinal. Un grito de rabia por todo lo que había pasado para llegar hasta aquí. Una meningitis le puso en jaque antes del torneo y el destino quiso que ella metiese a España por primera vez en una final de Eurocopa. Inglaterra, te toca a ti.