Budimir, Agirrezabala y Paredes meten a Osasuna en cuartos

No se debe restar mérito a Osasuna por su victoria, porque, precisamente, no es fácil derrotar al Athletic en San Mamés. Pero no menos cierto es que los de Ernesto Valverde concedieron groseros errores atrás en momentos clave que supusieron un empujoncito extra hacia los cuartos de final para los navarros.
Aitor Paredes estuvo fallón durante todo el encuentro, pero fue clave su pésima cesión a Julen Agirrezabala en el 0-2, apenas dos minutos más tarde del 0-1. Y habiéndose repuesto con el gol de Nico Williams justo antes del descanso, el portero, que tampoco fue todo lo inteligente en el error de Paredes, dejó un balón muerto en el área en la recta final que significó el pase de los 'rojillos'.
Pero si no se puede desmerecer a Osasuna, tampoco se puede hacer con Ante Budimir. Vicente Moreno reservó a su estrella en la visita al Metropolitano para que hiciera, justamente, lo que hizo en San Mamés. Provocó el penalti del 0-2, lo marcó y firmó el definitivo 2-3 cuando más cerca estaban los locales de apear a los navarros de la Copa del Rey.
El inicio fue el esperado. El Athletic llevó la iniciativa y llegó a asediar a su rival en los primeros compases. Iñaki Williams estuvo especialmente incisivo en el arranque, pero no tardó Osasuna en leer bien el partido y en sentirse mucho más cómodo de lo esperado en el terreno de juego. Los de Valverde, pese a la gran inspiración de Jauregizar, no pasaban de llevar peligro a base de centros y córneres.
Sí la tuvieron los de casa en el minuto 26 con un triple remate. Iñaki, escorado a la izquierda casi en el pico del área chica, recibió un balón que remató algo forzado con la puntera. Sergio Herrera taponó el disparo y la pelota le fue a Jauregizar en la frontal. Su primer tiro lo rechazó Lucas Torró desde el suelo, pero el '23' siguió con la bola y volvió a tirar en el área. En esta ocasión, fue Catena el que apareció para bloquear el disparo.
Cuando el primer tiempo estaba próximo a morir, se mostró más vivo que nunca. En el 40', Iñaki rozó el gol con un remate con la zurda en el área que salvó Herrera. Y un minuto más tarde, Osasuna sí acertó. Jesús Areso, desde la derecha, encontró a Aimar Oroz en el área con un balón que parecía quedársele algo atrás a su compañero. Sin embargo, el '10' perfiló la bota para equilibrar esa circunstancia y mandó la pelota a la misma escuadra izquierda de Agirrezabala.
Pero el mazazo se agravó solo dos minutos más tarde. Aitor Paredes, sin mirar, quiso jugar con su portero. El que sí estaba muy atento a la jugada era un Budimir que corrió hacia la pelota y sacó oro de la torpeza de Julen, que despejó la bota del delantero en vez de la pelota. El croata engañó también al meta local en la ejecución y, con un remate raso a la derecha de Julen, hizo el 0-2.
Sin embargo, el Athletic tuvo tiempo de empezar a reponerse. En la última acción del primer tiempo, Nico Williams puso el 1-2 en el marcador. En el área, conectó una prolongación de un compañero tras un centro de Iñaki desde la derecha para acribillar a Herrera y revivir a un San Mamés en el que había más murmullos que cánticos.
La salida de vestuarios dejó a un Athletic muy superior que fue al cuello de su rival. Valverde dejó en la caseta a Paredes y metió a Yeray antes de empezar a ver cómo su equipo se acercaba al gol, pero sin éxito. La tuvo muy clara Jauregizar en el 54', con un remate de cabeza más que franco que mandó fuera. Tendría otro muy parecido tres minutos después, pero, para entonces, su equipo ya había empatado y el fallo se vio con mejores ojos.
En el 55', llegó el 2-2. El propio Jauregizar se inventó un pase filtrado de película que dejó solo a De Marcos en el área. Por la derecha, el lateral llegó a una posición en la que podría haber buscado el pase de la muerte para Nico, pero prefirió fusilar a Herrera y logró batirle con un disparo al palo más alejado.
Los del 'Txingurri', envueltos en esos arreones a base de córneres, llegadas por banda y gritos desde la grada, estaban ya en ese 'mood'. Quizás podrían haber reparado en el resultado y ser algo más conservadores, pero no es algo que se le pase por la cabeza a Valverde. Y los aficionados neutrales debemos, por cierto, agradecérselo.
Su equipo siguió empeñado en ser vertical y ambicioso, algo que supo aprovechar Osasuna con algunas contras peligrosas. En una de esas llegadas aisladas, y después de dos ocasiones con sendos cabezazos altos de Yuri y Yeray en el área, el cuadro visitante encontró el gol de la victoria. Este llegó en el 70' y tuvo la firma de Budimir, pero también el visto bueno de Agirrezabala.
El portero dejó muerta una pelota en el área chica tras un disparo de Rubén García. Ni fuerte, ni lateral: el despeje fue a una zona en la que suele pasar lo que pasó. Pero hay que meterla. Y si ya se hace con la calidad de Budimir, mucho mejor. El croata esperó algún segundo antes de, con Julen en el suelo, levantar la pelota lo justo con la izquierda para batirle.
En la recta final, Guruzeta tuvo la ocasión más clara, pero remató al aire un centro escandalosamente precioso de Yuri con el exterior. Poco después, Sergio Herrera recibió un golpe involuntario de su compañero Boyomo y, mareado y con una brecha, tuvo que ser reemplazado por Aitor. Entró frío, pero el Athletic tampoco le dio apenas trabajo.
Gorosabel, Djaló, Yuri y Nico Serrano tuvieron ocasiones, pero no encontraron el gol. No tuvo éxito el intento de pase de la muerte del lateral derecho con la cabeza. Ni el testarazo del ex del Braga en el área. Ni el incomprensible disparo lejano y más que desviado del lateral izquierdo. Nico sí estuvo más cerca, ya en el 95', pero su mano a mano sin apenas ángulo ni tiempo lo sacó Aitor para confirmar la presencia de Osasuna en cuartos de final.