Cumpleaños feliz te desean tus amigos de Parchís

26 de abril de 2023. La tarta, las velas y los regalos llegaron al Cívitas Metropolitano, parque de bolas particular en el que su equipo cumplió 120 años de historia. El destino del fútbol le reservó una celebración llena de suspense al comienzo, aunque con un final muy feliz en forma de victoria.
El Atlético de Madrid se impuso al Real Mallorca (3-1) en la fiesta 'colchonera' correspondiente a la jornada 31 en Primera División. El conjunto de Javier Aguirre metió el miedo en el cuerpo local, pero los hombres de Diego Pablo Simeone enseñaron las credenciales con las que se asientan en la 3ª plaza de la clasificación. Rodrigo de Paul, Álvaro Morata y Yannick Carrasco tuvieron mucho que ver en la remontada.
Con el blanco y el azul por bandera, los anfitriones metieron la 6ª marcha desde el pitido de Pulido Santana con hasta 4 situaciones claras de gol, aunque todas con un máximo común divisor: Predrag Rajkovic. El guardameta de los huéspedes se lució amargando las embestidas y 1 de sus centrales se lo recompensó en cuestión de minutos.
Saque de esquina favorable a los 'bermellones'. Matija Nastasic le hizo la envolvente a Axel Witsel en la marca, se quedó solo y creyó como nadie para estar en el sitio correcto en el instante adecuado. El balón le llegó a su zona y él solo tuvo que tirarse en plancha dejándose el alma. Redonda a las mallas, incredulidad en Ivo Grbic -titular ante la baja de Jan Oblak- y 0-1 en el templo madrileño.
Pero era el día en el que el orgullo tenía que sacarse sobre el verde. No obstante: lo de tirar un penalti, mejor para la próxima temporada. El Atlético de Madrid no sabe lo que es tirar una pena máxima en lo que va de Liga... y seguirá así. Copete tumbó a Nahuel Molina y el colegiado señaló los 11 metros. Sin embargo, el VAR le llamó a la pantalla y la rectificación salió a escena.
Esto no fue un jarro de agua fría, sino un golpe de moral previo al descanso. Justo antes de llegar al túnel de vestuarios, Rodrigo de Paul equilibró la contienda aprovechando el esférico rechazado por Antoine Griezmann en el área. Derechazo potente, 1-1 en el luminoso y a la 2ª parte.
El tiempo que tarda una vela en apagarse fue el mismo que pasó entre la reanudación y el 2-1 de Álvaro Morata. En el tutorial de cómo un '9' puro marca 1 gol, el de la remontada fue el ejemplo perfecto. Cuero a la cazuela, el '19' se elevó por encima de todo y de todos para pulir su testa, cabecear hacia la red y provocar la euforia de los presentes en las gradas.
A partir de aquí, el Real Mallorca dio 3 pasos al frente. Cada uno de ellos, en nombre de los revulsivos de oro baleares: Vedat Muriqi, Amath Ndiaye... y Kang-In Lee. Si tuvieron alguna opción de rescatar 1 punto de la capital, échale las culpas al surcoreano. El nivel de madurez del atacante asiático es digno de ovacionar y no solo en Son Moix. A pesar de ello, eso no fue suficiente.
La intriga se respiró en el Cívitas Metropolitano hasta que quiso Yannick Carrasco. Antoine Griezmann despejó una jugada rival, que acabó transformándose en asistencia. El belga hizo el resto: mano a mano, pisada y recorte a Predrag Rajkovic y caricia con la diestra para materializar el 3-1 definitivo. ¿Mejor guinda al pastel? Imposible.
Aunque lo mejor estaba por llegar. Comunión entre la parroquia rojiblanca y la plantilla actual e histórica del Atlético de Madrid, que se unieron en una única fuerza para cantar su himno y cerrar una fecha para el recuerdo. Porque desde el día que naciste, has sido y siempre serás una dicha para todos de inmensa felicidad. En definitiva: cumpleaños feliz, cumpleaños feliz... te desean tus amigos de Parchís.