Los aficionados del Atlético de Madrid pueden estar felices tras los últimos buenos resultados obtenidos por su equipo. Eso sí, no ganan para sufrimientos partido tras partido, ya que, este domingo ante la Real Sociedad, los rojiblancos volvieron a sumar los tres puntos de manera agónica y dormirán en zona Champions. Maneras de sufrir para los 'colchoneros'.
No hay un comienzo de partido tranquilo para los rojiblancos. Y es que, apenas se había cumplido el primer minuto de juego cuando la Real ya se había puesto por delante. En un balón peinado hacia atrás, Barrenetxea batió Oblak, pero el '7' estaba adelantado.
No obstante, esta acción no fue fruto de la casualidad y los 'txuri-urdin' siguieron buscando sus oportunidades. Estaba muy cómoda sobre el césped el cuadro de Imanol, aunque el Atleti tampoco le dejó jugar a su antojo.
Poco a poco, los del Cholo se fueron estirando y neutralizaron el dominio del rival. Así, en el ecuador de la primera parte, el Atlético se adelantó en el marcador. Koke sacó a relucir su espectacular visión de juego y vio la carrera al espacio de Lino. El portugués recibió, controló a las mil maravillas y batió a Remiro por su palo corto para colocar el 1-0 en el electrónico.
Este tanto desconectó por completo a un Real Sociedad que pasó de dominar a ser dominada. Los rojiblancos buscaron el segundo y se encontraron muy cómodos sobre el terreno de juego, encontrando sensaciones con el paso de los minutos.
Su rival trató de dar un paso hacia adelante y buscar el empate. Sin embargo, sus hombres clave como Brais Méndez o Kubo no estuvieron del todo acertados esta tarde y en todo momento fueron encimados por la zaga rival para no dejarles ni el más mínimo espacio.
La recta final de la primera mitad pudo acabar en gol para alguno de los dos conjuntos. Griezmann tuvo en sus botas el 2-0, pero le faltó algo de suerte. Lo mismo que a De Paul, que estrelló en el palo su chut tras una jugada ensayada. Por su parte, Oyarzabal pudo igualar la contienda de cabeza, pero la pelota se fue por encima del larguero.
Empezó eléctrico el Atleti los segundos 45 minutos. Balón colgado por Griezmann desde la izquierda. Mal despeje de la zaga visitante, lo que propició el remate solo al segundo palo de Witsel, que no se la esperó y puso el pie para conectar con la pelota. Pegó en la madera el esférico.
No obstante, poco a poco, la Real Sociedad fue metiendo a su rival atrás. Al fin Kubo fue entrando en el choque y comenzó a poner en serios aprietos a la zaga rojiblanca. Una defensa que mostró una vez más su seriedad y compromiso atrás.
En el minuto 64, Oyarzabal mandó un serio aviso. Luchó y protegió la pelota el capitán 'txuri-urdin' y cuando parecía que se quedaba sin ideas, se sacó un potente chut que pegó en el palo izquierdo de la portería defendida por Oblak.
El asedio 'txuri-urdin' fue real e incluso se revisó un penalti a su favor. Brais Méndez cabeceó y la pelota tocó ligeramente en la mano de Morata. No obstante, y tras revisarlo en el VAR, Munuera Montero consideró que el delantero tenía la mano pegada y que fue fruto de la involuntariedad de la acción.
No aprendió el Atlético de los sucesivos avisos y, en el minuto 73, acabó pagando los platos rotos. Error de la zaga rojiblanca, donde todos los futbolistas fueron a por el balón y nadie se percató de la entrada de Oyarzabal desde atrás. Aguantó el mano a mano Oblak, pero el delantero definió a la perfección.
Se vino arriba la Real y buscó incesantemente la portería rival para hacer el segundo. Sin embargo, los rojiblancos no estuvieron dispuestos a dejarles con ese mal sabor de boca a su afición y apretó en la recta final. Fue en el minuto 86 cuando llegó el punto de inflexión del choque.
Jugada embarullada en el interior del área y tras una serie de rechaces, la pelota le quedó franca a Griezmann. El delantero francés le pegó con el exterior de su pierna derecha a portería, pero el esférico pegó en la mano de Carlos Fernández. Cierto es, que el delantero estaba de espaldas y girándose, y en ningún momento ve el balón. Eso sí, si no llega a interponerse su brazo en la trayectoria de la pelota, los rojiblancos hubiesen cantado gol con casi total seguridad.
Fue una vez más el '7' el que se armó de valor y se animó a lanzar la pena máxima. Engañó a Remiro por su izquierda y llevó al delirio a toda la parroquia rojiblanca con el 2-1.
Se volcó la Real Sociedad en busca de un empate a la desesperada, pero Munuera Montero decretó el final del tiempo reglamentario. Triunfo por todo lo alto de un Atleti que se mantiene en racha, pero que no se quita la pesada losa de sufrir partido a partido.