Día de fiesta en el Metropolitano antes de la guerra de la Champions League. Simeone tuvo, tiene y tendrá en mente el partido de Milán, pero ganar en Liga es obligatorio en la lucha por estar en la mejor competición continental.
Si fue una fiesta para el Atlético de Madrid, fue una pesadilla para Las Palmas. El peor partido del año para el cuadro insular acabó con una paliza impropia de esta temporada y con la sensación de no haber podido competir el encuentro por demérito propio.
Un 'plan B' perfecto
Optó Simeone por dar descanso a Griezmann y a Memphis, a priori titulares ante el Inter, para dar entrada a Correa y a un Llorente al que le da igual dónde jugar, siempre que juegue. Ellos fueron precisamente los goleadores de un plácido mediodía en Madrid. Dicho plan consistió en el español para presionar una salida de balón deficiente este sábado del cuadro insular.
Precisamente así llegaron las primeras ocasiones y los 2 primeros goles. Kirian, irreconocible, regaló el balón a un Correa que antes de firmar su doblete marró 2 ocasiones.
Quien no falló fue Llorente. Lateral, interior, mediocentro y ahora delantero, tuvo la suerte de que le llegase un balón suelto a donde estaba él solo para superar a un Álvaro Valles que este sábado no pudo hacer milagros. Posteriormente, el internacional español aprovechó otro regalo, esta vez de Saúl Coco, para firmar el 2-0 ante la mirada estupefacta de García Pimienta.
Si todo va a salir mal, sale mal
Las Palmas no tenía el día. No lo tuvo en la primera mitad y tampoco lo tuvo en la segunda. Solo así se entiende que en los primeros 2 minutos tras el paso por vestuarios, Correa tuviese 2 acciones claras más. La primera la desaprovechó, pero con la segunda firmó la paz con la portería al pillar saliendo a la defensa y marcar prácticamente a placer.
Ni siquiera los cambios pudieron hacer efecto en el cuadro insular. Justo antes de 3 modificaciones a la vez, Figueroa Vázquez no pitó un penalti que sí fue pitado tras los cambios. Correa volvió a asumir la responsabilidad para demostrar a Simeone que de cuarto delantero no tiene nada.
Con el partido sentenciado a falta de media hora, el técnico del Atlético pensó más aún en el partido del Inter y García Pimienta en el de Osasuna. Se pudo ver a un Vermeeren que estaba sumido en el ostracismo y se reivindicó Memphis con un último gol que cerró la goleada 'colchonera' antes de afrontar la guerra de Milán.