Vale que se falle una vez, pero no dos. Esa fue la idea que estuvo rondando en la cabeza de Hugo Ibarra y sus jugadores después de haber pinchado contra Huracán en casa y haberle puesto en bandeja el liderato de la Liga Profesional Argentina a Atlético Tucumán.
Y es que Boca Juniors salió agresivo y con ganas de hacerse notar contra un Godoy Cruz que le igualó las ganas al comienzo, pero que no pudo mantenerlas y fue de más a menos. Los visitantes se empezaron a acercar y fue Payero el que avisó primero, pero su derechazo se fue muy desviado.
El gran momento del pitido inicial se fue reduciendo poco a poco, pero la pelota tenía un dueño y ese era el 'Xeneize'. En el 23', el mediocentro Varela probó suerte desde muy lejos, pero su potente disparo fue repelido a la perfección por un Ruso Rodríguez que metió las dos manos abajo.
La más clara fue para Weigandt pasada le media hora de juego, ya que el defensor remató un pase de Langoni desde la izquierda, pero su cabezazo se fue alto. Fue el preludio del primer y único tanto del partido, que llegó en un momento psicológico que dejó hundido al 'Bodeguero'.
Un activo Luca Langoni recibió fuera del área y, en una posición centrada, conectó un latigazo con la derecha que se coló por la escuadra izquierda. El desvío de la defensa local ayudó para que el balón entrara, pero no empeoró un golazo que fue celebrado por los momentáneos líderes.
Todo parecía que el tanto en el 40' a las puertas del descanso dejaría helado a los de casa, pero todo lo contrario. El conjunto de Sergio Gómez salió valiente y con ganas de tener la pelota en los segundo 45 minutos, pero lo cierto es que Rossi tuvo un muy cómodo encuentro bajo palos.
Ojeda fue el que la tuvo para hacer el empate, pero su cabezazo fue desviado casi sin intención por parte de un Weigandt que se tiró para atrás y blocó con su testa. El paso de los minutos y los cambios provocaron una bajada de ritmo muy considerable.
Fue Vázquez el que pudo sentenciar a falta de menos de 20 minutos para el final, pero eligió realmente mal. En un contragol de tres de los suyos contra dos enemigos, el atacante escogió el disparo lejano en lugar de dársela a un Zalazar que estaba solo en la derecha.
Finalmente, el punta argentino de 21 años no maldijo el perder dicha ocasión porque el colegiado indicó con el pitido final que su equipo consiguió los tres puntos y el más que ansiado liderato. Ahora, el turno es para un Atlético Tucumán que tiene la presión contra Estudiantes La Plata.