Estamos en plena Semana Santa, en pleno Viernes Santo, una festividad cristiana que rememora la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús. Miles de fieles en todo el mundo están disfrutando de los pasos que han llevado a cabo las diferentes hermandades. Cádiz no iba a ser menos y disfrutó por dos, ya que vivió en el Nuevo Mirandilla el paso de Robert Navarro y el Granada de la sentencia.
El atacante, un fijo en los esquemas de Mauricio Pellegrino, volvió a ser clave en una victoria del equipo gaditano, que cree más que nunca en una salvación que ya está a solo 2 puntos. El jugador cedido por la Real Sociedad decidió un partido que apuntaba a 0-0 por la falta de pegada de los amarillos y por los nulos argumentos ofensivos de los de José Ramón Sandoval, que inició su segunda etapa en el equipo rojiblanco con derrota.
Muchos aficionados del Cádiz se siguen preguntando cómo Sergio González desaprovechó el talento de Robert Navarro, un futbolista que se está mostrando determinante. Gracias a él, el cadismo ha vuelto a recuperar para mantenerse en Primera División.
Una primera parte soporífera
Cádiz y Granada, antepenúltimo y penúltimo de la clasificación, no quisieron correr ningún tipo de riesgo. La igualdad fue la tónica predominante durante los primeros compases hasta que los gaditanos se hicieron con la pelota llegado el primer cuarto de hora. El equipo de Sandoval dio varios pasos para atrás y dejó que su rival fuese el que llevase la responsabilidad del choque.
Fruto de ello llegaron los primeros acercamientos de los de Pellegrino, como el de un Alcaraz que buscó un centro al segundo palo sin encontrar rematador. Robert Navarro, que fue creciendo conforme pasaron los minutos, ejecutó un tiro muy manso a Batalla al igual que Juanmi, que lo intentó en el área a la media vuelta.
El dominio del Cádiz era total ante un Granada que incluso defendió en varios momentos en su propia área. La falta de pegada penalizó y mucho a unos amarillos que se marcharon al descanso con un mal sabor de boca, porque tuvieron a merced a unos rojiblancos sin argumentos ofensivos.
El paso sale del Nuevo Mirandilla
Tras la reanudación, el equipo de Pellegrino encontró en Robert Navarro a su mejor aliado. El extremo pinchó un balón de Alcaraz con la derecha y con la misma pierna sacó el fusil para clavar un golazo. Nada pudo hacer Batalla para repeler una pelota que entró con una gran violencia.
El 1-0 llegó en un momento propicio y espoleó a un Cádiz que buscó el segundo. Sin embargo, el Granada tuvo un tramo de unos 10-15 minutos en el que pudo haberse metido de nuevo en el partido. En cuestión de algo más de 1 minuto, los rojiblancos tuvieron dos buenas opciones. La primera fue en una falta de Gumbau y la segunda, en una jugada embarullada que acabó con un despeje de Álex Fernández que casi entró en su portería.
Ya no hubo más noticias de los nazaríes, que estuvieron cerca de encajar otro gol más. A Juanmi le anularon un tanto por una falta previa de Chris Ramos sobre Miguel Rubio y el propio delantero gaditano falló un mano a mano con Batalla. Finalmente, los amarillos amarraron el 1-0 y firmaron una victoria que les acerca a la permanencia y que deja a los de Sandoval prácticamente sentenciados (a 13 de la salvación).