Los sueños no se cumplen. Hay que trabajar para que los sueños se cumplan. El Eldense nunca dejó de creer ante un Real Madrid Castilla que lo puso contra las cuerdas en más de una ocasión y, con mucho esfuerzo, logró su ansiado ascenso a Segunda División 59 años después.
Los primeros compases del encuentro no dejaron ningún dominador claro. El partido fue de ida y vuelta, ya que ambos conjuntos tuvieron demasiadas imprecisiones, así como interrupciones en el juego.
Arribas empezó a entrar en juego y el Castilla lo fue notando. El '10' era el que más peligro llevaba en sus pies e incluso gozó con más de una ocasión para poner a los blancos por delante en el Pepico Amat.
Poco a poco, los visitantes comenzaron a generar mayor peligro y muy pronto les llegó su premio. En el 26', Arribas colgó un caramelo al área tras una acción a balón parado y remate imperial de Rafa Marín, que se impuso en la marca al defensor local.
El Eldense se negó a dejar de luchar y, paso a paso, fue creando mayores ocasiones de peligro. Sin embargo, el Castilla estaba siendo un auténtico vendaval y acabó aumentando su ventaja en el electrónico.
Jugada de Obrador en el interior del área, que jugó con Dotor y, esta vez sí, el capitán pudo conectar con la pelota. El trallazo fue tocado por Vallejo, pero no pudo despejar la pelota y acabó superando la línea de gol.
El Pepico Amat no se rindió y proporcionó ese aliento extra que, a veces, tan necesario es para un equipo. Un empuje que sentó a las mil maravillas, ya que, al filo del descanso, Manu Nieto recortó distancias en el marcador tras cabecear de forma imperial un centro desde la derecha.
Los segundos 45 minutos se antojaron frenéticos. Prueba de ello fue el ahínco con el que salió el cuadro local, dispuesto a sobreponerse a la momentánea derrota y con la moral por las nubes tras recortar distancias al filo del descanso.
En el 51', Soberón tuvo en sus botas una ocasión manifiesta de gol. Sin embargo, el delantero le pegó demasiado fuerte y la pelota se perdió por encima del larguero.
El Castilla tuvo ligeras llegadas, aunque evidenció un bajón de rendimiento. Las piernas le pesaron a los pupilos de Raúl, mientras que su rival estaba con una, o dos, marcha más.
Así, superada la hora de partido, el Pepico Amat desató la locura. El Eldense firmó el empate en el marcador y en la eliminatoria. Anotó Carlos Hernández tras una fantástica de Álex Bernal por la banda derecha, que le dejó la pelota muerta a su compañero, que solo tuvo que empujarla.
El Castilla lo estaba pasando mal. Apenas le duraba nada la pelota y el conjunto local tuvo en su mano la sentencia y así evitar la prórroga. No obstante, emergió Luis López como el auténtico héroe de su equipo con varias intervenciones de mérito.
La prórroga fue una realidad. Los dos equipos estaban sin aliento, las piernas no le respondían, pero sí el corazón. Un corazón que siempre estuvo presente en ambos conjuntos. En Arribas, en ese penalti lanzado con sutileza en el 108' tras ser derribado por Pajarero y para colocar el 2-3.
Y, como no, en el auténtico héroe de la noche en Elda: Juanto Ortuño. Un error de Aranda en la salida de balón fue aprovechado por Álex Bernal, que metió un pase filtrado hacia su compañero que, ante el meta rival, no perdonó y cruzó el esférico para desatar la locura en el Pepico Amat.
El partido estaba cerca de morir, pero el Castilla no renunció. Primero reclamó un penalti tras un posible derribo a Iker Bravo. Después, con un disparo de Aranda desde el centro del campo que por muy poco no se coló al fondo de la red.
El destino ya estaba escrito. El colegiado decretó el final de un choque antológico y del que el Eldense salió como el gran vencedor. Un sueño cumplido tras 59 años fuera del fútbol profesional. Y digan lo que digan, qué bonito es este deporte.