Una victoria que da vida

El Granada ya tiene su particular regalo de reyes por adelantado. El conjunto granadinista puso fin a una racha de 15 partidos sin ganar en Primera y lo hizo ante todo un rival directo en su lucha por la permanencia como es el Cádiz (2-0). La cruz la vivió el conjunto de la Tacita de Plata, que se queda a tan solo 2 puntos del descenso y suma su 15º encuentro sin vencer.
Fue el conjunto nazarí el que llevó la iniciativa en los primeros compases del choque, aprovechando así de los despistes de su rival, que tardó en entrar en el partido. Le duraba muy poco la pelota al conjunto de Sergio González y, en estas, el cuadro local apretó.
Bryan Zaragoza fue el hombre determinante. Su velocidad y explosividad por la banda fueron cruciales en las intentonas de su equipo de ponerse por delante en el marcador. Eso sí, esta tarde le tocó bailar con la más fea: Fali. El central fue una auténtica roca atrás y no cedió ni un solo espacio al nuevo fichaje del Bayern de Múnich.
Sin embargo, el bueno de Fali no pudo hacer milagros y, superado el ecuador de la primera mitad, el Granada se puso por delante en el marcador. Eso sí, con incertidumbre, ya que el VAR tuvo que entrar en acción para delimitar la posición de Boyé, quien prolongó la pelota al segundo palo para que Uzuni, libre de marca, la empujase con la rodilla en el área chica y colocase el 1-0 en el electrónico.
No cesaron los intentos de ampliar su ventaja en el marcador para el cuadro granidinista, que obligó a Conan Ledesma a emplearse a fondo. La pizarra jugó un papel fundamenta en el equipo dirigido por el 'Cacique' Medina. Esto, unido a la fragilidad defensiva del Cádiz, fue el caldo de cultivo perfecto para que el 2-0 subiese al marcador.
Sin embargo, todo pudo cambiar en el tiempo añadido de la primera mitad. Darwin Machís se sacó un disparo sin apenas peligro, pero Batalla no pudo atraparlo. En su intento de recoger la pelota, el argentino tocó lo justo a Sobrino, que cayó en el área, propiciando que pulido Santana decretase la pena máxima. No obstante, el VAR se hizo eco de la acción y llamó al colegiado para mostrarle las imágenes. Una vez revisadas, el trencilla, pese a haber observado que había contacto claro, anuló su decisión inicial para enfado del conjunto cadista.
El Cádiz salió con otra cara en la segunda parte. Movió el banquillo Sergio González y su equipo respondió, aunque tímidamente. Además, las cosas se torcieron muy pronto. Rubén Sobrino vio la roja directa tras una agresión a Villar por la espalda y de forma intencionada. Un hecho que complicó, aún más, la misión de sacar algo positivo esta tarde.
No obstante, el Granada comenzó a pecar de inocencia, dejando muchos espacios atrás y con muchas imprecisiones en los pases finales. Algo que aprovechó su rival para meterse en el partido pese a contar con un futbolista menos sobre el césped. Sin embargo, las ocasiones para los de la Tacita de Plata brillaron por su ausencia.
El Cádiz se fue diluyendo y el Granada trató de matar el partido. Bryan Zaragoza estaba siendo determinante. El futbolista se echó el equipo a la espalda y fue la demostración perfecta de potencia y velocidad por la banda. Así, en el minuto 70, el '26' culminó un contragolpe de libro que inició Boyé, abrió para Neva y este metió un centro medido al segundo palo para que el malagueño colocase el 2-0.
Este tanto terminó de matar las esperanzas del cuadro visitante, del cual se apoderó la frustración y la sensación de que nada salía. El partido fue perdiendo intensidad y no fue hasta la recta final cuando se volvió a animar. Sobre todo, por parte local. Sin embargo, Ledesma se hizo grande bajo los palos y acabó con las ocasiones de los nazaríes para colocar el 3-0.
Pulido Santana decretó el final de los 90 minutos y el Granada confirmó un triunfo que vale por dos. Sumó una victoria tras meses sin hacerlo y se colocó al borde de salir de los puestos de descenso. Todo lo contrario para el Cádiz, que se mete en serios problemas de cara a su lucha por la permanencia.