La Juventus firmó un partido horrible ante el Bologna, no pasó del empate (1-1) con un tanto del polaco Arkasiusz Milik y encadenó su cuarto partido consecutivo sin sumar una victoria en la Serie A.
Los quince puntos que el Colegio de Garantía del Comité Olímpico Italiano (CONI) devolvió al próximo rival del Sevilla en la Liga Europa pueden no ser suficientes para que la Juventus acabe la temporada en puestos europeos.
Ni con ese regalo inesperado, cuando parecía destinado al fracaso total, la Juventus tiene casi asegurada su presencia en una competición continental. Después de su pinchazo en Bologna, se mantuvo en la tercera plaza, pero por detrás Inter, Milan y Roma, están a tan solo tres puntos de distancia. Y, en la séptima plaza, la última sin premio europeo, el Atalanta acecha a cinco unidades.
Los hombres de Massimiliano Allegri acudieron a la cita frente al Bologna con una losa de tres derrotas seguidas. Cayó contra la Lazio (2-1), el Sassuolo (1-0) y el Nápoles (0-1). No podía permitirse el lujo de caer otra vez. Tenía que ganar sí o sí para espantar fantasmas y no estuvo al nivel.
Sólo Adrien Rabiot tiró del carro. Fue el único destacable en una noche gris de la Juventus. El medio francés sobresalió entre la mediocridad para impulsar a sus compañeros hacia un empate que pudo ser derrota, porque el Bologna se adelantó pronto en el marcador con un tanto de Riccardo Orsolini desde el punto de penalti a los diez minutos.
Aunque Milik falló un penalti antes del descanso y Nicolo Fagioli dispuso de una oportunidad clara que desbarató Lukasz Skorupski, la Juventus no carburaba. Tampoco el Bologna, que no hizo ningún exceso para ir a por el partido. Se conformó con el 1-0 y pagó su conservadurismo.
En la segunda parte, Milik se redimió de su error en el acto inicial y empató el choque a falta de media hora con un bombazo desde el borde del área.
Fue la penúltima ocasión de un choque anodino, otro más de la Juventus esta temporada, que se salvó de la derrota gracias a la mala puntería de Orsolini, que en el último cuarto de hora pudo deshacer un empate insuficiente para la tranquilidad europea de la Juventus.