El Mallorca consiguió en Butarque la primera victoria de la temporada. Ha tenido que esperar hasta el cuarto partido para marcharse con los tres puntos, pero lo ha conseguido en uno de esos partidos que valen doble. Se marcha de vacío un Leganés que pudo llevarse al menos un punto pero que, al contrario que en otras ocasiones, no estuvo acertado.
La revolución en el once de Borja Jiménez no le salió bien. Es cierto que la acumulación de partidos en este inicio de temporada obliga a las rotaciones, pero los hoy titulares no estuvieron al nivel del recambio que ssalió en la segunda mitad.
Fue un partido de los que ya se sabe el guion antes del mismo. Dos equipos que, salvo sorpresa, lucharán en los últimos meses de la competición por mantenerse en la élite del fútbol español. Ese juego subterráneo que es poco visible para los que se asoman por primera vez a este deporte llamado fútbol.
Los centros del campo dominaron buena parte del encuentro. Las defensas, además, no dejaron respirar a los delanteros. Muriqi únicamente aparecía para prolongar sin poder rematar. Diego García lo hacía, pero desviado.
No fue hasta el tramo final de la primera mitad cuando se desesquilibró el encuentro. Un centro de Lato, que ya estuvo a punto de convertirse en asistente en los primeros minutos, fue la chispa que encendió la mecha del cabezazo de Muriqi y remachó Dani Rodríguez para poner el 0-1.
Reaccionó Borja al descanso con un triple cambio que revitalizó el centro del campo. Adelantó las líneas, obligó al Mallorca a bajar las suyas y empezó a aparecer en las inmediaciones del área de Greif, pero sin hacer daño al portero bermellón.
Ni siquiera la figura de un Juan Cruz que había sido hasta ahora el mejor 'pepinero' de la temporada cambió el panorama. Estuvo algo errático el andaluz, que en las pocas ocasiones en las que disparó, lo hizo de manera floja.
Así pues, y a la espera de la llegada de Haller, el Leganés se deja los primeros 3 puntos del curso y se los da a un Mallorca que respira aliviado y sale de la zona de descenso.