El Betis volvió a sonreír lejos del Benito Villamarín y consiguió la victoria ante un trabajador Mallorca que no vio recompensado su esfuerzo (0-1). Los verdiblancos, sin abusar de un excesivo juego brillante, se llevaron los tres puntos y consiguieron su segunda victoria a domicilio en lo que va de curso, algo que no se producía desde la primera jornada de Liga, es decir, hace nada más y nada menos que 5 meses.
Fueron los de Pellegrini los que llevaron la iniciativa en los primeros compases del choque, aunque muy pronto el conjunto 'bermellón' dio un paso adelante y comenzó a tener las primeras oportunidades de peligro a su favor.
Además, los de Javier Aguirre llevaron a cabo una defensa férrea y sin fisuras en la que acabaron ahogando todos los intentos de acercamiento de los verdiblancos hacia la portería defendida por Rajkovic. Por otro lado, Isco y Fekir, figuras en el cuadro bético, estaban algo apagados y fuera y eso lo acabó notando su equipo sobre el césped.
Así, en el 15', Abdón Prats tuvo la más clara con un cabezazo que se acabó estrellando en el larguero. Siguió insistiendo el Mallorca por las bandas, donde sacaron partido a los centros y posteriores remates de sus delanteros, aunque la falta de acierto se hizo notar y el marcador continuó con el 0-0.
Hasta tal punto que, en el primer minuto del tiempo añadido, Sergi Altimira se estrenó por todo lo alto con un auténtico golazo. Fekir se la dejó de cara al centrocampista que, desde la frontal del área, se sacó un chut colocado y la pelota se coló al fondo de la red de la portería defendida por Rajkovic.
Los segundos 45 minutos comenzaron con un Mallorca mucho más incisivo y con ganas de lograr el empate. Sin embargo, el Betis había aprendido la lección de veces anteriores y no decayó. Jugó con el resultado y el tiempo a su favor y no tuvo ninguna prisa en mirar hacia la portería contraria.
No obstante, el ritmo del juego fue menor en comparación con el de la primera mitad y ambos conjuntos se mostraron muy espesos. Las ocasiones brillaron por su ausencia y Son Moix comenzó a impacientarse.
El reloj corría en contra y Aguirre no encontraba soluciones. Eso sí, el Mallorca se fue acercando a medida que pasaban los minutos, pero todas sus oportunidades se quedaron en nada para frustración de jugadores, cuerpo técnico y afición 'bermellona'.
El Betis trató de hacerse fuerte con la pelota en los pies y defenderse mediante la posesión. Algo que acabó surtiendo efecto, al menos, en los primeros momentos, ya que el Mallorca no dio con la tecla y la desesperación fue en aumento.
Iglesias Villanueva decretó el final de los 90 minutos y los jugadores del Betis elevaron los brazos al cielo en señal de alegría y de consecución de unos tres puntos, si caben, más que importantes, ya que rompieron el gafe de los encuentros lejos del Benito Villamarín. Todo lo contrario que el Mallorca, que se quedó con un mal sabor de boca tras la euforia de la Copa y sumó cuarto partido consecutivo sin ganar en Liga.