Una nueva derrota en la Serie A, esta vez ante la Fiorentina (1-3) en un duelo directo por los puestos de Champions League, volvió a sembrar las dudas en el seno del Nápoles y sobre Rudi García, su entrenador, de nuevo en la mira tras el revés ante el Real Madrid y el de este domingo, ambos en casa.
El escandaloso ritmo de la temporada pasada del combinado napolitano bajo las órdenes de Luciano Spalletti era difícil de igualar y dejó unas expectativas tan altas que, ahora, son prácticamente inigualables. Eran 5 partidos seguidos los que el Nápoles acumulaba sin perder, pero las 2 derrotas seguidas en el Maradona vuelven a generar el runrún en la grada, especialmente sobre un García que volvió a prescindir de Osimhen en los minutos finales yendo por detrás en el marcador.
Esta vez, el delantero no mostró enfado, al menos público, después de ser sustituido tras el revuelo generado la última vez que sucedió lo mismo, cuando se desató la polémica sobre el distanciamiento entre el ariete y la entidad 'azzurra'.
No jugó mal el Nápoles, tuvo sus oportunidades y dominó en buena parte del duelo, pero, si el pasado martes, ante el Real Madrid, se encontró con Bellingham y Fede Valverde, este domingo, se dio de bruces con un bloque 'viola' bien construido, solidario, organizado y dañino que minimizó los puntos fuertes de los locales y sacó el máximo de los suyos.
Casi sin tiempo para sentarse, en el minuto 6, Brekalo abrió el marcador aprovechando un rechace tras un disparo a un palo tras un centro lateral y la endeble zaga de un Nápoles que salió dormido. El tanto activó al Nápoles, que, aunque perjudicado por la lesión, en el primer tiempo, de Anguissa, uno de sus pilares en el centro del campo, fue, poco a poco, domando el partido y generando peligro con un Kvaratskhelia muy activo, pero que no gozó de una ocasión clara para empatar.
De hecho, el tanto del empate nació de un error de la defensa de la Fiore porque fue Parigi, en un intento de cesión sobre Terracciano, el que comprometió a su guardameta, que no pudo evitar hacer penalti sobre Osimhen después de que el nigeriano se adelantara para hacerse con el balón. Fue en esta ocasión Osimhen el lanzador desde los once metros, el primero desde que fallara ante el Genoa, algo que generó toda la posterior polémica con el vídeo de Tiktok publicado por el propio Nápoles. No falló Osimhen y, justo antes del descanso, abrió de nuevo el partido.
Pero no se sintió cómodo el Nápoles en su casa en ningún momento. La Fiore mostraba sus armas cada vez con más regularidad y no tardó demasiado en volver a ponerse por delante con un tanto de Bonaventura que comprometió a los locales.
Se volcó en ataque el Nápoles, con Simeone como delantero centro desde el minuto 77, pero dejó espacios atrás que condenaron su intento de remontada, pues, en el tiempo añadido, la Fiore lo aprovechó para cerrar una merecida victoria con un tanto de Nico González que dio paso a una pitada generalizada de la afición local a su equipo. El Nápoles se queda, por tanto, 5º, cediendo la 4ª posición a la Fiore, muy reforzada tras esta victoria, que borra las malas sensaciones tras el empate ante el Ferencvárosi en Conference League.
Ficha técnica:
1 - Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Ostigard, Natan, Olivera; Zambo Anguissa (Raspadori, m.32), Lobotka (Gaetano, m.77), Zielinski (Lindstrom, m.77); Politano (Cajuste, m.57), Kvaratskhelia y Osimhen (Simeone, m.77).
3 - Fiorentina: Terracciano; Kayode (Ranieri, m.83), Milenkovic, Martínez-Quarta, Parisi; Arthur (Infantino, m.83), Duncan (Mandragora, m.83); Ikoné (Comuzzo, m.89), Bonaventura, Brekalo (Nico González, m.73); Nzola.
Goles: 0-1, m.7: Brekalo; 1-1, m.50+: Osimhen (p); 1-2, m.63: Bonaventura; 1-3, m.94: González
Árbitro: F. La Penna. Amonestó a Simeone (m.91) y Cajuste (m.95), por parte del Nápoles; y a Terracciano (m.49+), Martínez-Quarta (m.69) y Bonaventura (m.70), del Fiorentina.
Incidencias: partido correspondiente a la 8ª jornada de la Serie A disputado en el Estadio Diego Armando Maradona de Nápoles.