El Stuttgart cumple con lo esperado

Con un tanto del francés Enzo Millot a los 83 minutos, el Stuttgart ganó 0-1 y alcanzó las semifinales de la DFB Pokal para acabar con el sueño del Nürenberg, que se quedó a las puertas de acceder a una ronda prohibida para el club bávaro desde hace 16 años, cuando en 2007 ganó la competición.

El Stuttgart se unió al Eintracht y al Freiburg como equipos clasificados para la penúltima ronda de la competición. Se llevó el premio por insistencia. Fue mejor que su rival, acumuló las ocasiones más claras y, en el último tramo, Millot, en un mano a mano ante el portero Jensen Vindahl, dio la victoria a un equipo que pelea por no descender a Segunda División.

El Nürenberg y el Stuttgart se encontraron ante una oportunidad única para continuar en la pelea por un título. Hace mucho tiempo que no han añadido nada a sus vitrinas y sus últimos éxitos están unidos por una misma historia.

En concreto, ambos ganaron algo en la temporada 2006-07. El Stuttgart se llevó la Bundesliga por delante del Schalke 04 y del Werder Bremen; el Nürenberg, que aquel curso quedó sexto y se clasificó para la UEFA, también consiguió la DFB Pokal. Y, precisamente, el Stuttgart, fue su víctima en la final para impedir el doblete del club del estado federado de Baden-Wurtemberg.

De esos éxitos han pasado casi dos décadas y en la actualidad ambos clubes andan de capa caída. El Stuttgart es colista de la Bundesliga a cinco puntos de la salvación, mientras que el Nürenberg malvive en la Segunda División alemana ubicado en la zona media-baja de la clasificación.

Por eso, la Copa era el último reducto de ambos para conseguir un buen resultado. El histórico Nürenberg, campeón de la Bundesliga en 1968 y uno de los 16 fundadores de la Liga Germana, generó mucha expectación entre sus aficionados, que llenaron a reventar el Max-Morlock-Stadion.

Incluso el partido tuvo que retrasarse media hora por culpa del tráfico que impidieron llegar a tiempo a los ultras del Nürenberg. Las autoridades temían que forzarán el acceso al estadio para llegar a tiempo y evitaron cualquier tipo de problemas demorando el inicio del choque treinta minutos.

La ilusión de los hinchas del Nürenberg duró casi 85 minutos. Hasta el acierto de Millot, sobrevivió gracias a las intervenciones de su portero Fabian Bredlow, que frenó los intentos de Serhou Guirassy y de Waldemar Anton en la segunda parte. Ambos protagonizaron las ocasiones más claras del Stuttgart, que, al final, casi sobre la bocina, se llevó el gato al agua y jugará unas semifinales diez años después desde la última vez.