Mucho ruido, mucho lío

Las turbulencias en los aviones suelen durar un par de segundos y en el Parque de Los Príncipes aún no habían cesado. Ante tanto ruido por las acusaciones por racismo a Christophe Galtier, el Paris Saint-Germain recibía al Lens en un duelo clave por el liderato.

Leo Messi, algo inactivo durante el encuentro y con un par de destellos, asumió el control del juego para que en París solo se hablara de fútbol. El argentino, salvador de su equipo ante el Niza, volvió a ser clave para los suyos.

La expulsión de Abdul Samed trastocó todo

El partido había comenzado muy bien para el Lens, pero Abdul Samed echó todo a perder en un abrir y cerrar de ojos. Los de Franck Haise habían salido a por el gol en el comienzo del juego e imponiendo respeto ante un Parque de los Príncipes a reventar.

Ya, en la primera acción de juego, Donnarumma debió aparecer para salvar a su equipo. Tras una salida de saque de esquina, el italiano activo rápido sus reflejos ante el buen disparo de cabeza de Samed.

El asedio del Lens fue cesando con el correr de los minutos y más aún con la entrada del ghanés. Sin ningún sentido, dado el buen arranque de los suyos, Samed le fue con los tacos a Achraf a la altura de su tobillo y el árbitro no dudó: roja directa y a las duchas.

Messi y Mbappé se activaron

El PSG sabía que este era un partido clave y fueron a por él. Inmediatamente, el cuadro parisino activó una marcha más para ¿sentenciar la Liga? En un abrir y cerrar de ojos, el equipo local mató el partido.

Tras una conexión entre Messi y Vitinha, Mbappé recibió el cuero dentro del área y, con un giro de 180 grados, remató, con algo de suerte, a portería en el minuto 31. Con un disparo algo mordido y con la ayuda del poste izquierdo, el '7' del Paris le enseñó el camino a su equipo.

Seis minutos después, el PSG sacó un saque de esquina en corto y, con todo el Lens metido en su área, Vitinha recibió en la frontal y sacó un disparo fortísimo, imposible para Samba.

No quedó todo allí, pues, gracias a una genialidad entre Messi y Mbappé, iba a llegar el tercer gol. El galo recibió de espaldas del luso y, de tacón, asistió al argentino, que cruzó muy bien su remate.

La defensa sigue haciendo aguas

Con un hombre más y el resultado a favor, el PSG no fue nada fiable en defensa. El Lens, con un par de retoque en el entretiempo, puso varias veces en aprietos al equipo local.

Louis Openda, que se las tuvo que arreglar solito en el frente del ataque, mereció haber anotado aunque sea un gol. Fantástico partido para una de las revelaciones de la temporada.

El gol del Lens iba a llegar por una jugada fortuita de Fabián. A la salida de esquina, el español despejó con su cabeza, pero el balón acabó por dar en su brazo y el colegiado no dudó en pitar el penalti.

Przemyslaw Frankowski, que tomó la responsabilidad, cruzó su disparo y anotó el tanto del descuento en el 60' para meter, aunque sea por unos minutos, un poco de miedo al equipo local.

No pudo en alguna que otra oportunidad el Lens de llegar al segundo tanto, puesto que Donnarumma apareció para salvar, además de a su equipo, a Galtier. Después de una semana con mucho ruido, Lío lo acalló con buen fútbol, y eso que no estuvo tan presente.