Casi

El ambiente, el día de San Isidro, el llenazo, la necesidad y el resto de circunstancias hacían de este Rayo Vallecano-Granada un partido perfecto para que los locales pudieran conseguir la permanencia, como poco, virtual si el Cádiz igualaba lo que hicieran los madrileños. Pero Óscar Trejo destrozó el guion cuando solo se habían jugado 3 minutos de partido. Lo que algún pícaro de playa definiría como un giro dramático de los acontecimientos en toda regla.
El argentino, en la disputa de un balón, no solo levantó en exceso el pie, sino que impactó con los tacos en la cara de Miguel Rubio. El golpe hizo sangrar al granadinista detrás de la oreja en una patada que, en principio, fue de amarilla. Sin embargo, Díaz de Mera fue avisado de que ese color no le pegaba a la acción. Y el amarillo se volvió colorado.
Si pronta fue la expulsión del '8', más tempranero fue el dominio del Rayo. Los locales tuvieron tiempo en los primeros segundos de juego para dejar clara la ambición y el asedio que cimentaban sus planes. El propio Trejo e Isi, en los dos primeros minutos, avisaron al rival con dos zurdazos desde la frontal que fueron salvados por la defensa nazarí.
Tras la expulsión, lo primero que se vio fue una clara ocasión para los de casa. Isi metió un pase espectacular al espacio para Álvaro García. Tenía a Camello en boca de gol y prefirió no tirar para intentar un pase de la muerte que mandó a córner Gumbau. Tras esto, pareció emerger un Granada superior que, sin embargo, apenas se mantuvo en el tiempo.
Un remate de Boyé desviado, un centro peligroso de Pellistri que salvó Lejeune y un remate de Miguel Rubio que se fue fuera por centímetros argumentaron ese crecimiento nazarí que, sin embargo, se vio frenado de golpe a los 24 minutos. Álvaro e Isi, dos bendiciones por las bandas de Vallecas, ya habían avisado con un pase de la muerte sin rematador y una falta a la que respondió con un vuelo Marc Martínez, respectivamente. Y acto seguido, los dos protagonistas de la última jugada también lo serían del 1-0.
Isi sacó el córner y el balón le cayó al propio '7' tras el despeje de la defensa. Desde la banda derecha, se sacó un zurdazo que no supo blocar Marc. La pelota le pasó entre las piernas, pero se frenó antes de entrar. Además, estaba Miguel Rubio ahí, que intentó despejar un balón que incluso rozó en el portero y se frenó. Lejeune, de media chilena, cazó el cuero para mandarlo a la escuadra y adelantar al Rayo.
Lejos de encerrarse para, con celo, resguardar su botín, los de Íñigo Pérez incluso tuvieron el 2-0 en las botas del omnipresente Isi, pero su remate en un casi mano a mano lo salvó el guardameta. Hasta el descanso, el ritmo decayó y solo Rubio, con un cabezazo que atrapó Dimitrevski, y Lejeune, que rozó el doblete con un remate desviado en el área, rompieron una tranquilidad que desaparecería en el segundo tiempo.
El Granada mejoró tras el paso por vestuarios. Gonzalo Villar, que entró desde el banquillo, casi aprovechó una mala salida de Dimitrievski, pero su disparo desde la frontal no encontró portería. En el 57', Gumbau sorprendió con un lanzamiento de falta potentísimo que tuvo que mandar a córner un defensa con la cabeza. Sin embargo, y de nuevo, el globo nazarí se desinfló.
El Rayo volvió a reactivarse gracias a Isi. El '7' intentó que Marc Martínez repitiera su fallo con un tiro centrado de falta que, esta vez sí, resolvió con seguridad el meta. También de sus botas salió otra falta, aunque esta en forma de pase y que no aprovechó Camello. El delantero demostró por qué se lleva tan mal con el gol y remató al aire un envío mucho más aprovechable de su compañero.
Vallecas, sabedor de la importancia del triunfo debido a la inferioridad numérica, empezó a mirar el móvil. BeSoccer, claro. "¿Cómo va el Cádiz?", se preguntaban a cada rato los presentes. El 0-0 siempre era la respuesta, aunque por momentos, los que tardó el gol amarillo en ser anulado, las caras fueron de preocupación en la grada. La celebración de la nulidad del tanto cadista contrastó con el lamento, solo 3 minutos después, de una clara ocasión fallada por Álvaro García. Pudo sentenciar el choque en el 71', pero, tras regatear a Marc, estrelló el balón en el lateral de la red.
Los nervios empezaron a ganarle la partida al espectáculo. Y el orgullo visitante, al dominio local. Sergio Rodelas, que debutó en las filas del Granada, enchufó a los suyos con varias acciones que agitaron el ataque andaluz. Pero cuando más estaba creciendo, llegó el 2-0. Pathé Ciss metió la pierna a media altura para anticiparse a un rival por un balón que se convirtió en una asistencia. De Frutos disparó a bocajarro y Marc Martínez paró, pero la bola dio en el cuerpo del '19' y acabó en el fondo de la red.
La fiesta se desató en Vallecas, pero, como si de dos avisos de los vecinos se tratase, el volumen acabó mucho más bajo tras el gol de Lucas Boyé y, sobre todo, el de Sergi Guardiola en el Pizjuán. Rodelas, desde línea de fondo, coronó su buen debut con una asistencia al '7', quien, de espuela, embelleció el final del partido. La emoción se instaló en un estadio en el que se multiplicaría por 10 con el 0-1 del Cádiz.
El 0-1 no solo dejaba en virtual la salvación, sino que convertía en un funeral el partido si el Granada lograba el empate. Apenas llevó peligro hasta el final el equipo de Sandoval en un córner que tensó a más de uno, pero la más clara fue para los de casa. Nteka falló un mano a mano antes de un pitido final que puede resumirse, tras todo lo vivido, en un simple y directo casi.