Llevaba el Betis varios partidos con resultados positivos, pero sin convencer del todo. Remontadas, victorias sufriendo o empates grises eran los precedentes a esta visita del Mallorca, un partido en el que los verdiblancos se reencontraron del todo con su mejor versión. El equipo alegre, ofensivo, estético y ambicioso se dejó ver de nuevo en un escenario, eso sí, adulterado por una nefasta decisión de Ortiz Arias.
El árbitro, ya con 1-0 en el marcador, expulsó a Omar Mascarell con una segunda amarilla más que controvertida. O inexistente, directamente. Vio el colegiado que fue el ex del Elche el que pisó a Marc Roca, cuando fue este el que le plantó la planta del pie sobre la bota al 'bermellón'. Pero como el VAR no entra en este supuesto, ya no hubo marcha atrás.
Estarán incendiados en Son Moix con el arbitraje. Y es cierto que esa roja terminó de desorientar del rumbo a la victoria al equipo. Pero antes, el Betis ya había sido mejor y ya mandaba en el marcador desde el minuto 7. Isco, de primeras y con la zuda, abrió para Miranda, que subió por la izquierda. En línea de fondo, puso la bola al área chica, al primer palo, donde Willian José, con un remate sutil, batió a Rajkovic.
El gol liberó al Betis. Las dudas empezaron a alejarse y los Isco, Ayoze, Assane y cía pudieron dedicarse a disfrutar, a atreverse y a elevar el nivel de un partido con una clara y robusta propuesta de Javier Aguirre. Tampoco debe sorprender. Salió con dos delanteros, pero no por ofensivo, sino por duplicar las opciones de que alguien cazara en el área los rudimentarios pero igual de válidos balones en largo que parecían coronar el 'plan A' de los visitantes.
Especialmente acertado estuvo Ayoze. Al fin parece encontrar el equilibrio entre intentos, intenciones y resultados. Dejó varios detalles de calidad que, además, mejoraron las respectivas jugadas. Su agilidad y su desparpajo se vieron recompensados en la segunda parte con el definitivo 2-0. Pero antes, el Mallorca incluso empató por segundos. Muriqi remató al fondo de la red un centro de Antonio Sánchez, pero estaba ligeramente adelantado el kosovar.
Justo antes del descanso, llegó la expulsión. Omar Mascarell mostró su asombro mientras se iba a vestuarios. Era claramente falta de Roca, pero el VAR estaba atado de pies y manos en una jugada que seguro que será una invitación a la nevera para Ortiz Arias.
'Willian Yozé' y el Isco más fantástico
En la segunda mitad, el camino se le despejó con la roja al Betis. Pero había que terminar de andarlo. Al equipo siempre le faltó algo en la mayoría de los partidos anteriores, ya fuera definición, ambición, juego, personalidad, gol o fortaleza defensiva. En este caso, la tarde fue redonda porque, al dominio y a la plausible propuesta de Pellegrini, se le unieron los goles.
Willian José había mostrado en el 7' cómo se debe mover un hombre de área. Pero ni Bellerín, con un centro envenenado; ni Assane, que casi marca con un tiro a bocajarro que salvó Larin sobre la línea; ni Isco, con una falta lejana, pudieron imitarle. Sí lo logró Ayoze en el segundo intento. Tras una espuela fallida pero muy de '9' del canario, llegó el 2-0 en el 65'. Como si del delantero centro del equipo (papel que ha desempañdo en varias ocasiones) se tratara, recibió en el área y, de primeras, superó a Rajkovic con una definición tan sencilla como perfecta.
De nuevo fue Isco el preasistente. El malagueño metió un balón por dentro que desvió ligeramente Luiz Henrique para hacérselo llegar a Ayoze. Pero no solo fueron sus aportaciones en los goles, sino la sonrisa, su cara y lo que intentó durante todo el encuentro. Su versión más fantástica llegó con intentos de pases al espacio, disparos lejanos y de crear jugadas mágicas para las que, a partir de ahora, contará con un socio a la altura.
Y es que el regreso de Nabil Fekir fue la otra gran noticia del día para los béticos. 8 meses después de su grave lesión, el Benito Villamarín le recibió por todo lo alto con aplausos. Fueron pocos minutos (entró en el 87'), pero fueron suficientes para que las ilusiones de los béticos volasen alto.
El Mallorca, que solo inquietó con un zurdazo desviado desde la frontal de Muriqi, deberá reponerse pronto para pensar en cómo llegar a su 2ª victoria liguera. Y es posible que no sea contra el Cádiz, su próximo rival, ya que el encuentro podría suspenderse a petición de LaLiga por el compromiso internacional de Muriqi con la Selección de Kosovo.