El Espanyol cumplió al vencer por 0-3 al Rincón y acceder a la siguiente instancia de la Copa del Rey. Los 'pericos' sufrieron para llevarse el partido, ya que en el tramo final de la primera parte Dani Gómez fue expulsado por empujar levemente al colegiado, y este no dudo en mandarlo a las duchas antes de tiempo. El delantero del cuadro catalán le protestó por qué lo había tomado del brazo y la reacción inmediata del juez fue enseñarle la roja.
Con todo en contra, los andaluces no dudaron e intentaron apretar mucho más arriba, pero el partido se fue al descanso con todo igualado. Muy pocas acciones de peligro hubo en los primeros 45 minutos. Nico Melamed y Lazo fueron los que más trataron de llegar al gol, pero Joki se mostraba bastante seguro.
Pero una acción fortuita malogró los planes del cuadro local para llevarse un partido, que en los papeles iba a ser imposible. Toni Conejo, al 49' de partido, derribó a un futbolista del Espanyol y el árbitro le enseñó la cartulina roja. El futbolista del cuadro andaluz supo de inmediato que realizó una mala entrada y no protestó en ningún momento la decisión del juez. Ambos conjuntos se quedaban con diez hombres y la paridad volvía al campo de La Rosaleda.
Diego Martínez movió el banquillo y con Puado en el terreno de juego, el equipo se creció. Y llegó al gol. Melamed vio picar al espacio a Lazo, y este centró para que el recién ingresado acariciara el balón y lo mande al fondo. 0-1 y volvía a respirar el míster 'perico'.
Tras haber abierto el marcador, el Espanyol fue a buscar la sentencia y diez minutos más tarde lo consiguió. Una genialidad de Lazo desde el saque de esquina que vio a Edu Expósito solo en la frontal del área. El mediocentro controló y mandó el esférico a la escuadra izquierda de Joki, 0-2.
El segundo gol le sirvió para empezar a mover el cuero y disfrutar del partido, que parecía haberse complicado con la cartulina roja de Gómez.
Sobre el final, Martínez mandó al campo a Joselu, y el '9' no lo defraudó. A la primera que tuvo no lo dudó y remató a la red. Centro de Óscar Gil sobre la derecha y el delantero batió sin problemas al meta. Y minutos más tarde tuvo el cuatro, pero su tacón se estrelló en el poste izquierdo.
El árbitro no quiso añadir ni un minuto más y pitó el final. El Espanyol cumplió y consiguió el pase a la siguiente instancia ante casi los 8.000 espectadores que se acercaron a Málaga.