Hay días en los que la ocasión merece la pena tirar la casa por la ventana. Una comida, amigos y una buena fiesta final para celebrar, por ejemplo, un cumpleaños o un aniversario, un plan perfecto. River se lo tomó al pie de la letra y celebró su 121 aniversario por todo lo alto: ocho goles y la consagración, si no lo estaba ya, de un futbolista que dará que hablar: Julián Álvarez.
El futuro jugador del Manchester City anotó la friolera de seis tantos en los 90 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Se convirtió en el primero de la entidad 'millonaria' en hacerlo en partido oficial y el segundo en toda la larga historia de la Copa Libertadores. Una brutalidad.
A pesar de que desde el minuto uno, River impusiera su hegemonía, ninguna persona en su sano juicio futbolístico imaginó algo como lo que se vivió en El Monumental. La grada fue una auténtica fiesta, como la que montaron sus jugadores en el campo.
Y muy pronto sonrió Gallardo, ya que a los 16 minutos de juego, el mejor jugador de la plantilla, Julián Álvarez, inauguró el electrónico tras un pase filtrado de Simón y el posterior fusilamiento a Campos, que nada pudo hacer para blocar el esférico.
Pero eso no fue más que el calentamiento. Apenas dos minutos más tarde, el 'Araña' volvió a cazar un pase raso del '31', que se zafó de todo el mundo por la izquierda y puso el tanto en bandeja para que su compañero firmase un doblete en solo 18 minutos de juego.
Tras los dos mazazos, Alianza de Lima parece que se propuso, al menos, pasar de centro del campo y pisar con algo de frecuencia el área rival. Así llegó el gol de la esperanza de Portales que, sin embargo, fue anulado por un claro fuera de juego.
Al filo del descanso, Julián Álvarez redondeó una actuación brutal en apenas 45 minutos. En un balón suelto en la media luna del área, el '9' se orientó el esférico y soltó un misil tierra-aire que se fue a fondo de la red para desconsuelo visitante.
La vuelta de vestuarios ni mucho menos rebajó la euforia e intensidad del 'Millonario'. En poco más de un minuto, Enzo Fernández estrelló un contundente remate en el poste, mientras que en el 53', Simón se unió a la goleada con un tanto a puerta vacía.
Una despedida acorde a todo un rey
Pero River es un equipo ganador, y cuando lo eres, quieres más. Y así fue. 120 segundos después, y otra vez Julián, pusieron el quinto de River tras el fallo del guardameta rival y con aún más de una hora de partido por jugarse. Pero el '9' no dijo su última palabra.
En el minuto 57, el habilidoso delantero argentino sacó la varita, se abrochó la capa y siguió con el espectáculo. Se plantó solo ante Campos y a la salida de este, el atacante picó por encima de su cuerpo la pelota con un toque sutil que mereció la pena sentarse a disfrutarlo.
El conjunto de Gallardo iba a 300 km/h, mientras que a los pobres de Alianza de Lima les costaba ponerse a 60. Y eso se evidenciaba en cada balón suelto, que el 'Millonario' no daba por perdido.
En el 80', Elías Gómez sacó a pasear su robustez y fuerza para mandar a la escuadra un balón que recibió escorado a la izquierda. El público no cabía en sí de felicidad y no paraba de aplaudir y ovacionar cada jugada de los suyos.
Jugadas que acabaron en goles y tantos que pusieron en pie al respetable. Tal que así que el octavo acabó cayendo por su propio peso, tenía que hacerlo, El Monumental no podía parar esa tremenda fiesta. Y si alguien era el encargado de poner la guinda a una noche para el recuerdo, ese fue Julián Álvarez, que se graduó, se doctoró y sacó matrícula de honor en su partido de esta noche.
Recibió en la frontal del área, dribló a dos defensores y fusiló a un Campos que ya no supo qué hacer. Una auténtica exhibición de los que es marcar goles y jugar a este deporte. Una bonita forma de despedirse del equipo de su vida antes de poner rumbo a la mayor aventura de su vida en tierras inglesas.
Un penalti de Paulo Díaz y el posterior tanto de Lavandeira maquillaron el resultado, pero ni los propios peruanos lo celebraron. No hubo tiempo para más en una noche histórica para River, Álvarez y todo el aficionado al fútbol.