Nyland le echa un cable al Mallorca

No hay un día tranquilo en Nervión ni aunque parezca que el viento va a su favor. El Sevilla llegó con la moral por las nubes al Sánchez-Pizjuán tras la goleada ante el Valladolid. Ante su afición, los de García Pimienta querían romper un gafe y conseguir un imposible en lo que va de curso: ganar dos partidos seguidos en Liga. Y estuvieron a punto de hacerlo, sin embargo, el Mallorca puso el 1-1 en el último suspiro tras un error en la salida por alto de Nyland. Otra vez será.

La tan temida irregularidad del Sevilla volvió a aparecer. Y eso que esta vez, los locales hicieron méritos de sobra para sumar el triunfo, aunque les faltó cerrar el partido, con numerosas ocasiones desperdiciadas y con falta de puntería.

El cuadro dirigido por García Pimienta comenzó con muchas ganas y energía. Eléctrico y con una presión elevada para recuperar la pelota cuanto antes. Tuvo la primera Lukébakio, con su habitual recorte hacia adentro y disparo con la zurda al palo largo, pero el esférico se fue demasiado desviado.

Entretanto, el Mallorca fue entrando en el partido, sobre todo, con un Asano muy veloz por las bandas. Sin embargo, el nipón no estuvo afortunado de cara a puerta, al igual que Muriqi, que las peleó todas por algo, pero ninguno de esos balones acabó en una ocasión clara a favor de su equipo.

Volvió el Sevilla a la carga, sobre todo, por las bandas. Los hispalenses generaron el mayor peligro por ahí, aunque la ocasión más clara llegó en el 19'. La dejó de tacón Saúl tras el saque de esquina y remató de primeras Kike Salas, pero la pelota fue directa a la cara de Omar Mascarell, que evitó el gol sobre la misma línea.

El Mallorca sufría cuando su rival llegaba por las bandas. Se hacía fuerte por los costados el conjunto local y se estaba aprovechando de la defensa blanda de su adversario. Sin embargo, ninguna de sus ocasiones se tradujo en gol.

La primera mitad estaba llegando a su fin, pero cuando todo apuntó al 0-0 tras los primeros 45 minutos, el Sevilla golpeó. Balón colgado desde la izquierda y la zaga bermellona no acertó a despejar hasta en dos ocasiones. Tocó lo justo Isaac que, ayudado por un defensor, dejó la pelota muerta en el área para la entrada desde atrás de Kike Salas, que mandó el esférico al fondo de la red y colocó el 1-0 en el marcador.

El Mallorca cambió la cara y salió mucho más propositivo en la segunda mitad. Los de Arrasate buscaron subir la presión y tener más presencia en el área contraria. Una vez más, Asano volvió a llevar toda la iniciativa balear por su banda, aunque, esta vez, fue a él al que le tocó ser el protagonista. Centró Maffeo desde la derecha, no acertó a despejar la defensa del Sevilla y el nipón, que se encontró con la pelota casi sin querer, remató a la madera.

Respondió el Sevilla, que no estuvo por la labor de perder todo lo que había avanzado en la primera parte. No necesitaba mucho el conjunto de García Pimienta para generarle peligro a su rival. Sin embargo, ninguna de sus llegadas con peligro acabó poniendo en serios apuros a Greif. La falta de acierto fue una realidad.

El Mallorca tuvo un punto de inflexión en el partido y ese no fue otro que la entrada de Robert Navarro al campo. El catalán fue un azote constante por su banda para la defensa del Sevilla. En el 75', tuvo su primera gran ocasión. Recuperación de Muriqi, que vio el desmarque de su compañero al espacio. El '27' controló de forma magnífica, se la picó a Nyland, pero la pelota se fue por encima del larguero.

No bajó los brazos el conjunto de Arrasate, que metió toda la carne en el asador. Otra vez Robert Navarro, a bocajarro, tuvo el tanto del empate, pero su disparo se acabó yendo desviado.

El encuentro entró en sus minutos decisivos. El Mallorca, ahora sí, estaba volcado en la portería rival en busca del empate. Por su parte, el Sevilla, pese a que no renunció al ataque, fue un poco más conservador. El cuarto árbitro mostró la tablilla de los 4 minutos de añadido y, a las primeras de cambio, la afición local se quedó enmudecida.

Robert Navarro metió un centro al área. Todo parecía muy sencillo para Nyland, que salió de puños, pero midió mal, dejando la pelota hacia atrás. El esférico le cayó a Valjent dentro del área, que ajustó su disparo y colocó el 1-1 en el marcador. Error manifiesto del noruego que, aunque pidió falta en el salto, se la acabó comiendo.

Muñiz Ruiz decretó el final de los 90 minutos y los dos equipos se llevaron un punto. Un punto que sabe peor al Sevilla, que ya se había saboreado la victoria y la posibilidad de dormir aún más cerca de Europa. Por su parte, el Mallorca termina igualado a 35 con Betis y Rayo, soñando con la 6ª plaza y con la satisfacción de haber sacado algo positivo en un encuentro donde no las tuvieron todas consigo.