El Teatro de los Sueños asistió a una auténtica exhibición de fútbol de un equipo que quiere volver a la élite. Un Manchester United que, con su victoria por 4-1 ante el Chelsea, confirmó su clasificación matemática para la próxima edición de la Champions League y, además, se colocó en 3ª posición.
Todo lo contrario en el Chelsea, que está viviendo una auténtica pesadilla. El conjunto de Frank Lampard volvió a dejar patente que es un equipo roto, sin alma y, sobre todo, sin goles. Los 'blues' llegaron a la portería rival, pero fruto de la mala fortuna o de la falta de gol, no fueron capaces de materializar sus oportunidades.
Los primeros compases del choque evidenciaron la superioridad local. El aluvión de ocasiones por parte del United fue una realidad, tal fue así que, en la primera clara de peligro, los 'red devils' se pusieron por delante en el electrónico.
Balón colgado desde el flanco izquierdo por parte de Eriksen y remate imperial de Casemiro de cabeza, imposible para Kepa. Se revisó el tanto por un posible fuera de juego, pero el brasileño estaba en posición reglamentaria tras verificarlo el colegiado con el VAR.
Y es que el centrocampista fue uno de los mejores hombres de los 'red devils' sobre el terreno de juego. Junto a Bruno Fernandes, ambos formaron una dupla letal que rompió al Chelsea en mil pedazos.
Los de Lampard dieron un paso adelante, pero ni por esas pudieron inquietar a un De Gea muy seguro de sí mismo. Al filo del descanso, los de Ten Hag asestaron otro golpe. Pase picado de Casemiro y sin mirar para un Sancho que se incorporó desde la derecha. El inglés controló y la puso al segundo palo, donde apareció Martial, totalmente libre de marca, y la empujo a placer para colocar el 2-0.
Reacción descafeinada 'blue'; un vendaval 'red devil'
La segunda mitad, lejos de ofrecer una reacción 'blue', dejó sobre el césped la consolidación de un United muy entero y con ganas de ir a más. En el 47', Bruno Fernandes estrelló en la cruceta un balón que medio banquillo local ya vio dentro.
El Chelsea estaba roto. Sin aliento ni ilusión por maquillar un resultado que estaba siendo una auténtica debacle. Pese a ello, los cambios dieron algo de aire a los visitantes, que empezaron a probar a De Gea, algo casi inédito hasta esas alturas del partido.
Ese punto extra del cuadro 'blue' le costó caro. Dejó demasiados espacios atrás que, sin duda, fueron aprovechados por la vertiginosa velocidad de los hombres de banda del United. Y, una vez más, Bruno Fernandes dejó sobre el tapete una gran demostración de su calidad.
Recibió el esférico en el vértice del área, se midió con Fofana y le ganó con un caño tremendo. El defensor le tocó por detrás y el luso cayó en el área, decretando el colegiado una pena máxima que él mismo se encargaría de transformar.
Apenas 3 minutos tardó en llegar la sentencia y destapando las vergüenzas de un Chelsea inoperante y sin dar un ápice de reacción. Fofana redondeó su noche, negativamente hablando, y le entregó la pelota directamente a Sancho, que jugó con Rashford, de primeras, y este, tras deshacerse de su marcador, batió a Kepa sin contemplaciones.
El encuentro entró en su recta final y el United bajó una marcha. Fue entonces cuando Joao Félix, en una cabalgada imperial, ajustó un derechazo a la cepa del poste derecho de De Gea para colocar el definitivo 4-1.
Pudo aún aumentar su ventaja el cuadro local, pero Kepa evitó males mayores con dos auténticos paradones en el tiempo añadido. No hubo tiempo para más y el United certificó su plaza en la máxima competición continental a nivel de clubes. Un sueño 'red devil', totalmente opuesto a la pesadilla que vive el conjunto 'blue'.