Un latigazo y a volar

El Valencia ha dejado escapar una buena oportunidad para volver a la senda de la victoria y para situarse en puestos europeos. El cuadro 'che', que cedió dos puntos en su visita a Almería, empezó bastante bien el encuentro contra la Real Sociedad. El cuadro 'che' tenía el partido perfectamente controlado, pero en cuestión de 15 minutos se despistó y lo perdió.
Un saque rápido en una falta lejana acabó en el 0-1 de Carlos Fernández y poco después llegó la expulsión en 3 minutos de Amallah. El duelo se le puso cuesta arriba a los de Rubén Baraja, que finalmente no pudieron hacer nada para, al menos, empatar al equipo 'txuri-urdin'.
El Valencia, como viene siendo habitual desde el inicio del curso, trató de llevar la manija del encuentro y le costó unos 10 minutos poder tener el dominio. La Real Sociedad empezó bien la contienda, con un Ali Cho generando mucho peligro por la izquierda para intentar complicarle las cosas a los locales. Mamardashvili tuvo que estar atento a los 4 minutos para hacerse con un balón tras el centro del francés.
A partir del 10', el cuadro de Baraja dio un paso adelante y fue Hugo Duro el que avisó de las intenciones de su equipo a los donostiarras. Thierry Correia puso un centro medido con el exterior y el delantero, que peinó la pelota, vio cómo Remiro se estiró para evitar el 1-0 en el marcador.
El Valencia había conseguido cambiar las tornas y a la Real le costaba un mundo salir con el balón jugado. La presión de su rival era intensa y eso le generó unas dificultades para encontrar a los hombres del centro del campo. Sin embargo, los 'txuri-urdines' se encontraron con algo que no esperaban: un gol a favor.
Estaban pasando por un mal momento y Tierney, en una falta desde prácticamente la medular, vio el desmarque de Carlos Fernández y sacó rápido. El sevillano, que le comió la tostada a Diakhaby, se revolvió dentro del área y sacó un latigazo con la pierna derecha para hacer el 0-1.
Primer tiro entre los 3 palos y para dentro. Necesitó muy poco el equipo de Imanol Alguacil, que poco después se quedó con un hombre más en el campo. En cuestión de 3 minutos, entre el 42' y el 45', Amallah vio dos amarillas, una por un pisotón detrás a Mikel Merino y otra por sacar el brazo a pasear en un salto con Oyarzabal.
El ambiente se crispó y más si cabe a raíz de un golpe de Touré a Diego López con el brazo. Protestó todo el valencianismo porque consideraban que era merecedora de roja. Mucho enfado en el cuadro 'che', que vio cómo se le complicó el partido en cuestión de 15 minutos.
Tras la reanudación, Baraja e Imanol Alguacil movieron sus banquillos con el fin de aportar frescura al campo. El Valencia, con solo 10 jugadores, lo tenía más complicado para intentar acechar el área de Remiro, pero el cuadro 'che' se dejó el alma por su afición y estuvo cerca de empatar la contienda.
Es cierto que los locales no contaron con oportunidades claras, pero estuvieron cerca de aprovechar algún error de los 'txuri-urdines'. A Javi Guerra se le escapó una buena, en un pase fallido de Remiro. El mediocentro quiso disparar rápido a portería y finalmente la pelota no cogió la trayectoria que deseaba.
La mayor parte del segundo tiempo estuvo marcada por una Real muy pasota, como si nada fuera con ella. El cuadro donostiarra había conseguido marcar con un latigazo y ya lo único que quería era tener todo bajo control, porque eso le bastaba. Los de Rubén Baraja quisieron aprovecharlo y en una mala cesión de Tierney tuvo que despejar Remiro con la cabeza.
Ya sobre últimos instantes, el Valencia reclamó penalti por mano de Odriozola tras revolverse en el área Mosquera. Hernández Hernández no vio nada punible y siguió el juego. Al final, felicidad para los de Imanol y decepción en las caras de los futbolistas 'che'.