El Villarreal logró una victoria de mucho mérito en un derbi divertido, en el que tanto el conjunto 'groguet', que se llevó los 3 puntos, como un Valencia valiente ofrecieron un espectáculo digno de Primera División.
Cuenca fue el artífice del único gol que se vio en La Cerámica, pero los protagonistas fueron Jörgensen y Mamardashvili. Sin los porteros, el resultado se hubiese parecido más a un partido de balonmano que a uno de fútbol. Paradas de mucho mérito, especialmente del portero georgiano, fueron las que se vieron en la apacible tarde de domingo.
Un penalti parado, 3 paradones en la misma jugada y alguna mano más fueron insuficientes para que el Valencia se acercase a Europa. Y es que el georgiano no pudo hacer más en una tarde en la que se ganó el sueldo.
Liberados sin pensar en el descenso
El Villarreal es otro en las últimas semanas. Lo visto en el Vélodrome fue solo un tropezón en el mejor momento 'groguet' de la temporada. Encadena ya 4 triunfos consecutivos para abandonar la idea de luchar por la salvación y hacerlo en el tramo final por Europa.
Precisamente ese era el gran objetivo del Valencia, conseguir los 3 puntos que le alzasen, al menos de manera momentánea, a la séptima posición. Pero se vio superado en las áreas, donde de verdad valen los puntos.
Las rotaciones le sirvieron a Marcelino para dar aire a una plantilla que necesitaba el parón. El desgaste ante el Olympique de Marsella había pasado factura y hombres importantes como Gerard Moreno, Parejo o Capoue salieron desde el banquillo.
Mamardashvili y Jörgensen se hicieron gigantes bajo palos, especialmente el del Valencia, que privó tanto a Baena como a Traoré y a Sorloth el gol. Una triple ocasión fue el anticipo de la jugada que marcó el partido, pese a no acabar en gol. Y es que un penalti de Gayà a Traoré acabó con la lesión del internacional español y con un Mamardashvili con la capa de héroe al parar la pena máxima lanzada por Baena.
Parejo, la brújula
La entrada de Dani Parejo dio clarividencia al Villarreal en su ataque. Había una salida más y permitía a Comesaña desplegar su físico para hacer de 'stopper'. Ello lo agradeció un Baena y un Guedes que no tuvieron que bajar tanto.
El gol llegó en una acción a balón parado en otra acción de valor de Mamardashvili. El georgiano sacó el puño en un córner pero no pudo evitar el cabezazo posterior de Cuenca para poner el 1-0.
Con el tanto en contra, el Valencia se soltó y buscó de nuevo la portería de Jörgensen. Pero la defensa del Villarreal estuvo muy segura y los atacantes 'ches' no encontraron el camino al gol en una Cerámica que sueña de nuevo con Europa.