La situación entre Thiago Neves y Cruzeiro se va enquistando, pero la primera batalla la ha ganado el club brasileño. El jugador reclamó la carta de libertad ante el Tribunal Regional de Trabajo de Minas, pero no consiguió lo que esperaba.
El futbolista fue cazado mientras estaba de fiesta en un momento en el que estaba lesionado y no se encontraba en el último partido del conjunto brasileño. El descenso ha sido un golpe duro, aunque el club quiere evitar que la situación empeore.
Thiago Neves se basó en el impago de salario y en el mal uso de los derechos de imagen que tiene el club sobre él. Aun así, su petición no ha sido lo suficientemente contundente y tendrá que esperar para resolver su caso.
La ruptura entre las dos partes parece total y, pese a que hay una falta de entendimiento, la única vía parece una rescisión de contrato, ya sea pactada o por la fuerza.