Se acaban las excusas para Antonio Mohamed. El 'Turco', que llegaba de ser destuido al frente del Celta de Vigo, no termina de arrancar tampoco con Huracán y volvió a sumar una nueva derrota.
Esta vez en Copa Libertadores, donde debutaba como entrenador con un bicampeón continental en frente. Cruzeiro, ávido de sangre, marcó rápido y, dada la difucultad del césped del Ducó, planteó un encuentro táctico que apenas pudo afrontar el 'Globo'.
Un césped díficil debido a la gran cantidad que agua que prácticamente inundó el terreno de juego, provocando una afluencia muy moderada de público al estadio. A pesar de ello, las gargantas valientes que sí se aproximaron al estadio no dejaron de vibrar.
Con el encuentro convertido en un práctica de supervivencia, el más listo fue 'La Bestia'. Durante los primeros minutos de partido, ambos equipos se turnaron las situaciones de peligro. Sobre el minuto 30 de juego y en pleno barullo sobre el balcón del área de Silva, Rodriguinho cazó un balón a la espalda de los centrales, la bajó con mucha clase y definió a la red ante la incredulidad de la zaga.
Con muy poquito, el conjunto dirigido por Mano Manezes se adelantaba en el marcador. Otra vez estaba por detrás del luminoso Huracán, que, todo hay que decirlo, en un ningún momento le perdió la cara al duelo y siempre arremetió contra el arco de Fábio.
Pero el fútbol es caprichoso y hay veces que la pelota no quiere entrar, un discurso común en los entrenadores que se marchan resignados con un resultado en contra. Lucas Barrios volvió a ser el arma ofensiva más importante de los locales, protagonizando duras batallas de posición con los centrales y buscando hueco para rematar.
El paraguayo tuvo dos muy claras al final de cada tiempo. Al borde del descanso, su disparo, demasiado centrado, llenó de eco la grada, pero estuvo bien colocado Fábio. En el tiempo añadido de la segunda mitad, el colegiado le anuló un gol de cabeza por fuera de juego, agitando el jolgorio en una grada que se veía y se vio entre la espada y la pared.
En general, un ataque muy desordenado de Huracán, movido más por el corazón y las piernas que por la cabeza. Sus ofensivas chocaron constantemente con una zaga 'celeste' bien organizada y que apenas permitió un despiste, que también los hubo.
Tres puntos muy importantes para el cuadro brasileño que, aunque muy temprano, encauza su clasificación a la siguiente ronda de la Copa Libertadores tras vencer en el domicilio del más fuerte del Grupo B. Huracán no tiene tiempo para más tropiezos y no gana desde el 26 de enero. ¿Se le acaba el crédito al 'Turco'?.