Apenas fue anunciado como nuevo director deportivo, Molina ya estaba respondiendo preguntas acerca de sus ideas y el futuro que viene. El valenciano empezó dejando claro que habrá nuevos aires, pero no revolución.
"Cuando no ganas, tienes que cambiar algo para volver a ganar. Pero eso no significa cambiarlo todo. Entiendo que se ponga en duda el estilo, pero el fútbol español tiene unos futbolistas de unas características concretas y esto no se cambia de la noche a la mañana", destacó.
El dirigente no quiso pronunciarse acerca del legado que le lega Fernando Hierro ni de lo ocurrido en Rusia. "Sobre el pasado no tengo mucho que hablar. La manera de trabajar en los últimos años ha sido muy buena, aunque en las últimas fases finales los resultados no han sido los que se esperaban".
No diré qué se hizo mal -insistió Molina- porque no quiero criticar a los que estuvieron aquí. Lógicamente hay que cambiar cosas porque hay un nuevo presidente. Lo que queremos es mirar hacia el futuro".
Otro tema sobre la mesa fue la situación de Piqué, quien ya anunció su adiós de la Selección tras el Mundial de Rusia, aunque aún no lo confirmó públicamente.
"Piqué es un extraordinario jugador y me gustaría que siguiese, pero el que decide es el seleccionador y hablaremos sobre eso. A mí me gustaría que ningún jugador español renunciara. Piqué le ha dado muchísimo a su club y a la Federación. Me gustaría que siguiera a disposición y después que el seleccionador decidiera".
Molina también explicó sus funciones en su nuevo cargo. "Estaré dedicado a la Selección Absoluta, como apoyo del seleccionador y en seguimiento de futbolista, organización, concentraciones", contó.
Luego, ya habrá tiempo para poner más orden en el resto de la estructura: "Estamos en un periodo de reestructuración y hay que ver cómo evoluciona todo. Y si puedo ayudar en las selecciones inferiores, estoy dispuesto a echar una mano pero con el tiempo veremos qué pasa".