Tiene contrato hasta 2020. En el caso de no renovar, el club alemán casi tendría que verse obligado a venderlo para al menos sacar algo de dinero por su adiós. Pero no es lo que está contemplado ahora mismo en Leverkusen.
Aránguiz, un futbolista tan talentoso como polémico, incluso relacionado con una banda de narcos, en un principio tampoco tiene previsto abandonar la entidad.
"No iré a jugar solo diez minutos", comentó recientemente cuando fue vinculado con Universidad de Chile.