Hubo muchas mediciones en los primeros compases del duelo. Aunque la iniciativa era de los de casa, estaban enfrente de un rival muy bien ordenado que había tejido un esquema defensivo que les estaba sirviendo para que no se moviera el marcador.
Los varios encontronazos y faltas acabaron condenando los últimos momentos de la primera mitad. Ello propició que los planteles se fueran al descanso sin tener claro todavía cuál de los dos iba mejor para acabar llevándose la victoria.
El segundo acto sirvió para que los jugadores se desataran y dieran rienda suelta a su creatividad. Aimar salvó los muebles de la Cultu en un 'pase de la muerte' de Hualde como pistoletazo de salida: desde entonces, ocasiones y más ocasiones.
La igualdad ya no era tan propia de una partida de ajedrez, sino que ambos bandos hacían bien su papel sin llegar a marcar. Los locales, con mayor control de la bola, buscando huecos; los visitantes, defendiéndose bien y a la contra. El choque de fuerzas dio como resultado un 0-0 claro.
December 22, 2019