De aprendices en León a reyes de Asia

Posteriormente se hicieron con la totalidad del capital accionarial de la entidad culturalista, con más del 99%, para convertirse en dueños absolutos de una Cultural próxima a cumplir su centenario.

Un lustro después de su llegada, la Selección Absoluta de Catar levantaba la Copa de Asia, su primer gran éxito internacional, tras imponerse en la final a Japón (1-3), el auténtico dominador de esta competición y lo hacía con varios jugadores que, en algún momento, pasaron por la disciplina del equipo leonés.

Y optaron por la Cultural como lugar ideal para que los 'alumnos' de la Academia Aspire realizaran parte de sus 'prácticas' en este equipo europeo, como años antes se habían hecho con el KAS Eupen belga, con un nivel menos exigente que la Primera o Segunda división españolas.

En la génesis del 'desembarco' catarí en la capital leonesa también emergió otra figura fundamental, uno de los máximos responsables de Aspire, Iván Bravo, con pasado madridista y que fue uno de los arquitectos futbolísticos de este proyecto premundialista de Catar.

A lo largo de estos años las idas y venidas de jugadores provenientes de la órbita Aspire han sido numerosas y entre los seleccionados del español Félix Sánchez para la cita asiática figuraban hasta seis integrantes que pasaron, de una u otra manera, por las filas culturalistas.

El que más impacto ha causado tras su determinante papel en la Copa de Asia ha sido el delantero Ali Almoez, máximo realizador histórico de esta competición con 9 goles -marcando en la semifinal ante el anfitrión y en la final con una chilena para enmarcar-.

El jugador, nacido en Sudán, lo que suscitó una amenaza de sanción por alineación indebida pendiente de resolverse, tuvo el honor de firmar el primer gol con la camiseta de la Cultural en Segunda división B haciéndolo en abril de 2016 con tan solo 19 años.

Junto a Almoez, también Assim Madibo y Tarek Salman, con peso en el combinado catarí, tuvieron sus 'momentos culturalistas', más en el caso del segundo que contribuyó a lo largo de toda la pasada campaña en el ascenso del filial culturalista, Júpiter leonés, al ascenso a Tercera División, tras haber sido descartado por el Atlético Astorga en su cesión.

Con Juan Ferrando en el banquillo en la temporada 2015-16, los cataríes tenían que figurar "si o si" -según se indicaba en esos momentos- como mínimo en las convocatorias, y así fue el caso de otro internacional Tameen Almuhaza.

Otros pasos fueron efímeros como el de Khalev Mohammed que entrenaba con el filial y, la pasada temporada, el del centrocampista Ahmed Moein, que llegó como refuerzo sin llegar siquiera a debutar.

Precisamente, en la temporada pasada en la categoría de plata, con Rubén de la Barrera en el banquillo -actualmente en Catar- contó desde el inicio con el también central internacional Ahmed Yasser, que no ha estado en este éxito de su Selección y que acabó volviendo a su país después de verse lastrado por las lesiones que cortaron una progresión más que interesante.

A todo este ramillete de jugadores que encontraron en el equipo leonés el periodo de prácticas ideal en su periodo formativo, luego complementado en otros destinos, hay que unir los jugadores también captados por la Academia Aspire por su talento.

Entre ellos el guardameta Samuel Diarra, que fue elegido mejor portero en un Mundial Sub-15 y que, tras alternar su presencia con la primera plantilla de la Cultural y el filial esta temporada, se ha quedado definitivamente en el segundo para lo que resta de temporada buscando su mayor progresión.

Fundamentalmente en el Júpiter e incluso el juvenil, es donde se aglutinan actualmente los jugadores en la órbita -ya no tanto para sus selecciones, como de futuras inversiones- de la Academia catarí, con jugadores de diferentes nacionalidades como Victor Matovu, Amadou Diarra, Wirner Murillo o Juan Romagnoli, alguno como éste último, ya habiendo debutado con el primer equipo.