El luso llegó al club de la Ciudad Condal en verano de 2016 como un auténtico refuerzo de lujo para el centro del campo del Barça. Su buen hacer en el Valencia y su actuación en la Eurocopa hacían pensar al Barcelona que podían estar ante uno de los centrocampistas de referencia en el futuro más próximo.
Así lo pensó también el Real Madrid, que tuvo muy cerca el fichaje del futbolista, pero finalmente el equipo catalán se adelantó y logró la incorporación de André Gomes a cambio de 35 millones de euros, más otros 20 en variables y un bonus en caso de que André Gomes ganara el Balón de Oro.
Pero nada ha salido según los planes ni para el jugador ni para la institución. Lo que apuntaba a ser una gran inversión ha quedado en nada y el que apuntaba a ser un enorme jugador se ha estancado de manera alarmante.
Gomes, de solo 24 años, contó con la confianza de Luis Enrique en su primer año durante un tramo de temporada, pero con la llegada de Valverde todo empeoró para él. De jugar 47 partidos en la campaña 2016-17 pasó a los 31 de la última, en los que solo disputó un total de 1.194 minutos.
Ahora, el Barça le busca como loco una salida. Desde los despachos del club esperan poder sacar una cantidad cercana a los 30 millones de euros, pero no hay un posible comprador en el mercado que llegue a esa cifra por un jugador que incluso se quedó fuera del último Mundial de Rusia.
A ambas partes solo les queda esperar a que llegue una oferta que deje algo satisfechos a todos y que pueda haber un final digno para el protagonista de un sueño que ha acabado convirtiéndose en pesadilla.