No cabe duda de que De Gea ha sido uno de los principales responsables de la eliminación de España. Se esperaba mucho del que es el mejor portero de la Premier League y uno de los mejores del mundo. Tras parar a lo grande en Old Trafford, su nivel con España ha sorprendido a todos.
De Gea se ha convertido, así, en un saco de boxeo. Ese al que todo el mundo golpea. El que todos tienen más a mano para desahogarse. Pero la crítica debe ir mucho más allá, porque el guardameta no ha sido el único futbolista de 'la Roja' que ha suspendido este verano en Rusia. Más bien todo lo cotrario.
El nivel de Sergio Ramos, Piqué, Silva, Alba, Carvajal, Busquets... pocos se salvan de la quema. Los únicos aprobados son Isco y Diego Costa. Y quizá Iago Aspas. Para de contar. Da igual, en realidad, que De Gea hubiera parado más o menos en este Mundial. El resultado sería el mismo: penaltis ante Rusia en octavos.
La lotería cayó a favor de la anfitriona y retrató aún más a un muy falto de confianza De Gea. Quedará estigmatizado por siempre y, a sus 27 años, parece difícil que vuelva a ser el portero titular de la Selección. Será el cabeza de turco de un problema mucho más grande que el propio De Gea.