De Jong cambia los pitos por los aplausos

El Barcelona ofreció un bonito espectáculo este domingo para sus aficionados. El conjunto de Hansi Flick disipó todo tipo de dudas que pudiera haber con una goleada incontestable ante el Valencia desde el primer minuto.
Uno de los jugadores que no aparece demasiado en los focos, al menos de manera positiva, es Frenkie de Jong. Él fue el autor del tanto que abrió la lata en la goleada ante el conjunto 'che'. Y no fue la única vez que apareció por el área.
El neerlandés aprovechó las ausencias de Pedri -por una gastroenteritis- y de Gavi -por descanso- para ganar galones en el centro del campo. Para ser, junto a Fermín, el faro del ataque azulgrana.
Hace semanas, cada balón que Frenkie de Jong tocaba, cada vez que entraba en el terreno de juego, se convertía en un concierto de silbidos y de críticas hacia el centrocampista. Pero el jugador ha hecho cambiar el viento a su favor y así se demostró en Montjuïc.
De Jong, tras un excelente partido que no tuvo los focos de Fermín o Raphinha, entre otros, se marchó ovacionado por su público, consciente de que esa pudo ser la noche en la que, por fin, convenciera a sus críticos.