La pareja del jugador de Olimpia de Asunción denunció a éste por supuestos malos tratos, que además habrían llegado en presencia de sus hijas. En primera instancia, la Fiscalía le condenó por "violencia familiar".
Sin embargo, un juzgado le concedió el arresto domiciliario y un permiso para poder jugar con su equipo, tanto dentro como fuera del país. Una decisión que fue revocada por el juez Juan Francisco Recalde, que condenó a Burgos a ingresar en la prisión de Tacumbú.
Allí pasó cerca de un mes hasta que el mismo juez le concedió de nuevo un arresto domiciliario, permitiéndole también entrenar y disputar los encuentros que le correspondan a Olimpia de Asunción.
Eso sí, de momento el centrocampista no podrá abandonar el país bajo ninguna circunstancia, aunque medios locales anunciaron que la intención del jugador es la de apelar la sentencia.