Álvaro Odriozola apenas acumula 57 encuentros con el primer equipo de la Real Sociedad, bagaje suficiente para haberse convertido por derecho propio en uno de los jugadores más prometedores del país. Un lateral de largo recorrido, con calidad y desborde, que hace apenas año y medio jugaba en Segunda B.
Su debut en Primera le llegó en enero de 2017, en La Rosaleda. Las bajas del cuadro 'txuri urdin' obligaron a Eusebio a tirar de Odriozola, extremo en la génesis de su carrera y lateral casi por obligación.
Aquel día, Odriozola no tuvo más remedio que actuar como lateral derecho. Y todo cambió. El chico se adaptó, comenzó a ser un habitual con el primer equipo. Se consolidó, pasó de ser un canterano a estar vigilado de cerca por los grandes de Europa.
57 partidos después, el futbolista de sólo 22 años recibió la buena nueva de su convocatoria para el Mundial. Tiene a Carvajal por delante, pero Odriozola es un suplente de garantías al que no le asusta ningún miura que tenga enfrente.
Está por ver cuál será su futuro, si la Real consigue su continuidad o algún transatlántico es capaz de arrastrarlo a sus filas. Hasta entonces, el chico que soñaba con ser grande tendrá la oportunidad en Rusia de hacerse mayor, al menos futbolísticamente.